domingo, 15 de enero de 2012

MARLEDIS PÈREZ ALFARO

UIS, Linguìstica lll, 2011

INTRODUCCIÓN

El cometido específico de la lingüística del texto comienza allí donde los modelos de lingüística oracional se muestran inadecuados en el tratamiento de la realidad lingüística. Sin embargo, la lingüística textual podría concebirse como lingüística total[1], ya que integraaquellos modelos que se ocupan de aspectos puramente oracionales, dado que el texto es la unidad lingüística que engloba todas las demás.

Para ello hay que tener en cuenta que para considerar un texto como bien construido uno de los requisitos es que haya cohesión entre sus componentes, es decir, que los enunciados sucesivos están bien trabajados mediante determinados procedimientos morfosintácticos, lexicosemánticos: los conectores extraoracionales u organizadores del texto, que aseguran la conexión de los significados de las oraciones; las formas léxicas y gramaticales cuya referencia está en el propio texto ; la relación entre tiempos verbales, entre otros. Además de tener una seperestructura, organización y jerarquización de las ideas según el contenido; y una macroestructura, la representación verbal, abstracta y general que vincula las acciones y le confiere coherencia.

Ahora, es necesario resaltar que durante el proceso de recepción del texto el lector se aprehende de su experiencia propia, a partir de la cual realiza sus respectivas inferencias, es decir que estas se constituyen de representaciones mentales creadas por el lector al tratar de comprender el mensaje leído, por medio de la aplicación de las macrorreglas (suprimir, seleccionar, generalizar y construir). El que el lector sea capaz o no de activar determinado tipo de inferencia depende de muchos factores del contexto. Las inferencias son fundamentales en la representación que se cumple en el proceso de comprensión, puesto que rellenan los vacíos o lagunas de información que no aparece de manera explícita en el texto. Cuando hablo de contexto me refiero a aquellas circunstancias que acompañan al texto, proporcionándole sentido.

1. Presente una muestra, mínima de doce renglones, en la cual usted ubique los elementos anafóricos y catafóricos de su cuento. Explique con qué elementos guardan relación anafórica o catafórica. Explique qué categoría gramatical tienen los elementos anafóricos y catafóricos.

LA MATA
Vivía sola, completamente sola, en un cuarto estrecho y sombrío de cabo de barrio.
Sus nexos sociales no pasaban de la compra, no siempre cotidiana, de pan y combustible, en algún ventorrillo cercano; del trato con su escasa clientela, y de sus entrevistas con el terrible dueño del tugurio. Este hombre implacable la amenazaba con arrojarlaa la calle, cada vez que le faltase un ochavo siquiera del semanal arrendamiento. Y, como pocas veces completaba la suma, vivía pendiente de la amenaza

Después de ensayar con varios oficios, vino a parar en planchadora de parroquianos pobres; que para ricos no alcanzaban sus habilidades. Faltábaletrabajo con frecuencia, y entonces eran los ayunos al traspaso. El hambre, con todo, no pudo lanzarla a la mendicidad.

Era uno de esos seres a quienes la rueda de la vida va empujando al rodadero, sin alcanzar a despeñarlos. Más que vieja, estaba maltrecha, averiada por la miseria y las borrascas juveniles.

Primer párrafo

¨ Inicialmente en el texto podemos leer tres referencias personales de carácter anafórico, representadas en el pronombre “sus” y “su” respectivamente, ya que estos establecen una relación retrospectiva hacia el sujeto “ella”, que se encuentra implícito en las primeras dos frases del relato.” Vivía sola, completamente sola”. Así mismo, dentro del primer párrafo, son observables dos referencias personales de tipo anafórico (arrojarla, pronombre personal de complemento enclítico, y “le” como pronombre complemento antes del verbo).

ELLA ºººSus nexos sociales

(Vivía sola) ºººsuescasa clientela

ºººsusentrevistas

ºººarrojarla

ºººle faltase


¨ Luego el pronombre demostrativo “este” aparece como elemento anafórico, es decir que hace referencia al “terrible dueño del tugurio”, mencionado anteriormente en el texto.

Segundo párrafo: catáfora


Planchadora de parroquianos pobres {que… … }


Anáfora

En el esquema anterior podemos observar cómo “que”, pronombre relativo, es una referencia anafórica de la “planchadora de parroquianos pobres”, a la vez que es un referente catafórico que sirve para introducir una expansión de tipo especificativo, que es en sí misma una nueva oración.

· Además en el segundo párrafo aparecen tres nuevas referencias personales anafóricas que remiten al sujeto “ella” (implícito desde el primer párrafo)

Ella ºººsushabilidades

ºººfaltábele

ºººlanzarla

Tercer párrafo:

¨ Mediante el pronombre demostrativo “esos” se presenta tanto una visión retrospectiva hacia el sujeto “ella (implícito)” como una vinculación prospectiva, ya que el sentido del pronombre “esos” depende de la información que se encuentra mencionada posteriormente.

¨

catáfora


Ella (implícito) {esos… …}


Anáfora

¨ Seguidamente, el pronombre “quienes”, referencia demostrativa de tipo anafórico, establece una relación retrospectiva hacia el pronombre “esos”. Así mismo, la referencia personal de complemento enclítico “ºººlos“ realiza una función anafórica como pronombre complemento después del verbo, refiriéndose al pronombre demostrativo “esos”.

Esos ººº a quienes

ºººdesempeñarlos

2. Qué valor tienen las repeticiones (a. Por omisión, b. Por sustitución sintagmática, c. oracional pronominal, d. por sinónimos, hipónimos, cohipónimos, heperónimos, entre otras.)

Repeticiones: Aquí conviene subrayar la importancia de la repetición como procedimiento de cohesión, tanto en la narración en general, como en el relato conversacional en particular. “En la narración literaria, por ejemplo, la repetición de acontecimientos y de diálogos es uno de los recursos más comunes que usan los escritores para conferir interés y complejidad a sus tramas”[2].

Dentro del texto se pueden observar algunas reiteraciones que permiten al lector crear una imagen muy clara tanto del carácter implacable del dueño del “tugurio”donde habitaba María Engracia, así como la pobreza y la soledad que caracterizaban la vida de ésta. De esta manera se hace evidente en la narración el papel oponente del hombre y el de heroína de la pobre mujer

Reiteraciones que describen a María Engracia:

· Desde la primera oración el texto inicia con una repetición del adverbio de modo “sola” (Vivía sola, completamente sola), donde dicha repeticiónenfatiza el estado bajo el cual se encuentra María Engracia. Este es un recurso utilizado por el autor para intensificar y hacer más visible la condición del personaje principaly captar así desde el principio la atención del lector.

· Además, durante los trece primeros párrafos el autor mantiene oculta la identidad del personaje principal, María Engracia, mediante la sustitución y elipsis de información vieja en las proposiciones:

“y como ooopocas veces completaba la suma, ooovivía pendiente de la amenaza”

oooDespués de ensayar con varios oficios, ooovino a parar en planchadora de parroquianos pobres”

oooEra uno de esos seres a quienes la rueda de la vida va empujando al rodadero”

“Más que vieja, 000 ya estaba maltrecha, oooaveriada por las miserias y las borrascas de la vida”

“Dos hijos 000 tuvo y fueron su tormento”

En estas proposiciones el autor elide (representada con el signo ooo) la mención del sujeto, obviando la existencia del personaje sobre quien recae las acciones, esto permite que la atención del lector se mantenga activa sobre los acontecimientos que afectan al personaje y la identificación de éste dentro de la narración.

· El autor también utiliza la superordenación, es decir que establece una relación asimétrica entre los términos con el fin de analizar y reforzar la expresión del concepto, ya que establece entre ellos una relación de inclusión. Logrando de esta manera resaltar las necesidades de María Engracia:

“Faltábale trabajo con frecuencia, y entonces eran los ayunos a traspasos. El hambre…”

· Dentro de las reiteraciones utilizadas por el autor se encuentran las sinonímicas, en las que se remplaza un término por uno con una significación semejante; y las cuales son instrumento del autor para adentrar de manera más aguda en el raciocinio del lector y la relación de éste con el personaje.

“…más que vieja, ya estaba maltrecha, averiada por las miserias y las borrascas de la vida”

“…de cualquier suburbio vino desde niña, a servir a la ciudad; pronto se abrió al sol de la mañana aquella rosa incomparable, y… lo de siempre. ¡Pobre flor!

En estas proposiciones se utiliza la sinonimia como recurso para exaltar la belleza de María Engracia, lo que hace de ella un personaje más atractivo ante los ojos del lector.

Así, y teniendo en cuenta las proposiciones citadas y el texto en su totalidad se puede dilucidar la intención del autor por mostrar a María Engracia como una mujer pobre, vieja, sola y víctima de un hombre desconsiderado y malgeniado.

Reiteraciones que describen al “dueño del tugurio”

En lo que refiere a este personaje se observa una reiteración sinonímica, ya que el autor remplaza un término por uno con una significación semejante, manteniendo así una relación simétrica con el anterior.

Terribledueño del tugurio” “Hombreimplacable


De esta manera, es decir con el uso de los adjetivos terrible e implacable, el autor destaca de este personaje su crueldad.

La información presente en el texto sobre este personaje, aunque es poca, es suficiente, ya que permite caracterizarlo, a partir de las reiteraciones hechas por el autor, como un ser malgeniado e incomprensivo.

3. Qué valor tienen las figuras literarias. Si las hay.

Tomás Carrasquilla, autor del cuento, utiliza algunos recursos literarios que enriquecen el texto como:

La metáfora: siendo una “analogía percibida por la imaginación y la sensibilidad”[3], impone al espíritu del lector, en superposición con relación a la información lógica contenida en la narración, una imagen asociada que le permite impresionar los sentidos, a la vez que describe las desgracias de María, personaje principal, más agudamente. A través de la lectura de este cuento se puede observar cómo cada una de las figuras literarias contenidas describe los diferentes momentos de la vida de esta mujer.

Evidencia de este recorrido son las siguientes metáforas:

“Era uno de esos seres a quienes la rueda de la vida va empujando al rodadero, sin alcanzar a despeñarlos”

Aquí se ilustra la constante lucha en que vive María Engracia contra las adversidades, que no logran derrotarla.

“De aquel naufragio no había salvado más que al cargamento de los desengañados”

En este tropo el autor utiliza dos elementos simbólicos que sintetizan la tragedia que fue el pasado del personaje principal y cómo ese pasado cruel logró traspasar las barreras del tiempo.

“Pronto se abrió al sol de la mañana aquella rosa incomparable”

Teniendo en cuenta la totalidad del párrafo en el que se encuentra contenida esta metáfora “Su historia, la de tantas infelices: de cualquier suburbio vino, desde niña, a servir a la ciudad; pronto se abrió al sol de la mañana aquella rosa incomparable, y… lo de siempre. ¡Pobre flor!”, es posible hacer una analogía entre la “rosa incomparable” y la adolescencia y belleza de María, a quien le toca enfrentar las aventuras de la vida a muy corta edad.

“El desprecio de los unos, el desconocimiento de los otros, caían sobre ella como la piedra mosaica sobre la hebrea infiel”

Esta es una metáfora que simboliza el dolor que sentía ella, María Engracia, ante su soledad.

“La pobre mariposa, ya ciega, sin esmalte ni tornasoles, se recogió, en su espanto, para morir entre el polvo abrigado de la gruta”

Aquí el autor utiliza esta figura literaria como la manera más precisa de introducir una imagen sobre el proceso de decaimiento al que llegó el personaje principal, después de haber poseído el vigor y la libertad.

“Sólo sentía el hambre de la bestia que ya no puede buscarse el alimento; sólo el frío del ave enferma que no encuentra el nido”

Estas dos proposiciones juntas se pueden tomar como una misma imagen, logrando así representar la agonía de esta mujer.

“Cae para siempre en la red infinita de la misericordia”

Esta figura literaria simboliza la muerte de María Engracia como el camino a la felicidad.

Antítesis:

El autor contrapone dos sintagmas, cada uno de los cuales se expresan ideas de significación opuesta, haciendo un paralelo entre la muerte y la vida, una constante en la historia de María Engracia.

“Aquel espíritu, que parecía muerto resucitaba

4. Qué superestructura tiene. Explique por qué.

El cuento “La mata”,del autor colombiano Tomás Carrasquilla, está dividido enveinte párrafos, en los cuales se narra la historia de María Engracia, una mujer sola en busca de compañía, y los ataques que, por su pobreza, recibe por parte del dueño de la “casa” donde habita. Con un narrador extradiegético (El narrador en tercera persona o narrador externo se encuentra fuera de la historiase) inicia en el discurso la descripción de los pesares de esta mujer, lo que se extiende hasta el parágrafo número diez, a partir del cual nace el nudo de la historia, nudo que se amplía hasta el párrafo diecinuevey que nace a partir de la caída de un matero con una planta junto a la puerta de la morada de María, desencadenando una serie de acontecimientos que así como le devuelven la alegría a esta también son causa de su indigna muerte, suceso con el que el autor finaliza la historia y el discurso.

Este es un texto narrativo, según la tipología del texto planteada por J.M. Adams, ya que conserva una homogeneidad durante todo el discurso.

Además cumple con la primera característica fundamental del texto narrativo, según Teun A. Van Dijk : “consiste en que este texto se refiere ante todo a acciones de personas, de manera que las descripciones de circunstancias, objetos u otros sucesos quedan claramente subordinados”[4]Para la justificación de esto utilizaré el esquema de superestructura de textos narrativos planteado por este mismo teórico.

LA MATA

(Cuento)

NARRACIÓN

HISTORIA EVALUACIÓN

TRAMA La fe es un aliciente ante

la soledad

EPISODIO

MARCO SUCESOS:

Los sucesos empiezan desde el cuartucho en el que habitaba María Engracias.

Luego, en la calle por donde transitaba y donde encuentra la mata y finalmente en el hospital en el que muere

(en la narración no se específica la temporalidad)

° Vivía sola, completamente sola.

° Un día, al pasar la calleja un carro con enseres de una familia en

mudanza, cayó junto a su puerta un tiesto con una planta.

° La planta iba creciendo a la sombra como si Dios la bendijese.

° Su mata le iba la volviendo al trato con las gentes; le iba dando

nombre.

° Un día llegó furioso el dueño del cuartucho […] si no sacaba al

punto aquella ociosidad la echaba a la calle con todo y sus corotos.

° Tira todo a la calle y hace sacar los muebles enseguida.

° María Engracias se desploma, presa de un síncope.

° En sus delirios ve su mata frente a su cama, como el arco de

triunfo para entrar al paraíso.


COMPLICACIÓN RESOLUCIÓN

María Engracia muere y entra a la red infinita de la misericordia.

María Engracia era una mujer pobre y sola,

sometida a las humillaciones del dueño del

cuchitril donde habitaba. Un día se encuentra

una mata, que para ella era un milagro de Dios, y la cuida haciéndola su compañera

y medio para darse a conocer; después de haberlo logrado, el terrible propietario del cuartucho la tira a la calle en señal de rechazo a la tenencia de la mata dentro de su tugurio.


5. Cómo es su macroestructura y cómo se configuran la coherencia global y semántica.

Teniendo en cuenta que la macroestructura semántica es “el contenido general y global de un texto, se refiere al sentido del mismo como un todo y se conforma a través de proposiciones completas llamadas macroproposiciones” es posible hacer un acercamiento al tema de la narración por medio del siguiente esquema, planteado por Van Dijk:

MACROESTRUCTURA

La soledad y pobreza de María Engracia


C. causal

Lucha contra la pobreza

C. temporal

C. Causa C. Causa

Huellas del pasado Soledad Busca de

Causa

compañía


c.temporal

Misericordia divina

Resucita el espíritu, antes muerto


C. Causa Nace la

esperanza

C. Causal


C. temporalidad

C. temporal

Despojo Indicios de muerte

C.causal

Muerte

Después de la elaboración de este esquema y la aplicación de las macrorreglas, propuestas por Teun A. Van Dijk, supresión, selección, generalización y reelaboración, se dilucida el tema de la historia: la búsqueda de compañía por parte de María Engracia. Esta narración tiene un desarrollo proposicional coherente, ya que tiene un inicio, un nudo y un desenlace, mediante los que se mantiene una progresión temática:

Estructura del esquema de la historia

Marcadores del discurso

Situación inicial

Presentación del estado en que vive María Engracia.

Nudo de la historia

Encuentra la planta y conflicto con su oponente, “el dueño del tugurio”.

Resolución

Muerte de María Engracia y entrada de esta a la red infinita de la misericordia.

6. Cuál es la meta superordinada y cuál o cuáles la o las subordionadas. Si la hay.

Teniendo como punto de partida la constante temática del cuento, se puede afirmar una meta superordinada, y proposiciones, o metas subordinadas, queapuntan al objetivo de la historia: que una mujer sola y devota, que vive en busca de compañía encuentre la felicidad. Así, después de hacer un rastreo proposiciona,l se puede concluir que esta mujer a pesar de haber muerto, encontró la felicidad, ya que para ella “la mata” representaba la misericordia de Dios para con ella, por lo que se muestra resignada ante su muerte, sabe que podrá entrar a la red infinita de la misericordia.

Mata superordinada: La felicidad de María Engracia

Metas subordinadas:

· “Después de ensayar con varios oficios, vino a parar en planchadora de parroquianos pobres”. (emplearse)

· Tuvo dos hijos y fueron su tormento”(conmiseración)

· Consiguió un gato muy hermoso. Pero los gatos, lo mismo que el amigo, huyen de las casas donde el hogar no arde”. (compañía)

· “Un día, al pasar por la calleja un carro con enseres de una familia en mudanza, cayó junto a su puerta un tiesto con una planta. Como se hiciera trizas, lo dejaron allí abandonado. Tomó ella la raíz, sembróla en un cacharro desfondado y lo puso en un rincón, junto a la entrada”.(hacer de su posada un lugar agradable”)

· “Antes de un año era una planta que llamaba la atención de los transeúntes. Regarla, quitarle las hojas secas, ponerle abono, era su dicha”. (mantener viva la esperanza que representaba la mata).

· “Su dueña entonces, clavó dos varas, amarró el tallo…” (cuidar a su compañera)

· La pobre mujer, menos cohibida, mandaba entrar a los curiosos para que viesen todo aquello. (darse a conocer).

· Como ya podían verla los extraños, no era tan descuidada en su vestido, y sacudía las paredes y aderezaba sus pobres trebejos con el primor que en la miseria quepa. Día por día iba aumentando el aseo. (dos proposiciones que demuestran el afán de ella por ser agradable para los demás).

· Esa noche hizo lo que no hiciera desde sus tiempos de servicio: rezó a la Virgen el rosario entero. ( agradecer para conservar la felicidad encontrada)

· Al sábado siguiente se postraba ante un confesor. (acción de gracias)

· Presentía su fin muy próximo pero sin pena: antes bien con una dulce serenidad. ( se muestra resignada ante su destino

7. Si el lector necesita hacer inferencias para entender la lectura, en caso positivo de qué tipo son.

Tipo de inferencias

Ejemplos presentes en el texto

Referencias anafóricas

Durante la lectura del texto es posible observar diversas anáforas que requieren de este tipo de inferencias. ( en el primer punto de este trabajo se encuentran ejemplos de referencias anafóricas presentes en el cuento)

Inferencias predictivas

Se presentan una red de sucesos y estados de María Engracia que le permiten al lector adentrarse en las causas y el posible mal que recae sobre esta mujer.

Inferencias meta

Teniendo en cuenta que este tipo de inferencia se da cuando el lector asume que un agente tiene motivos que explican una acción intencional; se podría deducir que dentro del cuento el lector hace este tipo de inferencia frente a los posibles intenciones que llevaban al dueño del tugurio a odiar a María Engracia y el trato tan despiadado que le daba.

Inferencia deliberativas

El texto no nos da a conocer el por qué de

La salida de María Engracias tan niña de su casa. Eso abre los ojos y el pensamiento del lector a un mundo de posibilidades sobre las causas.

Inferencia de proceso

El lector puede hacer esta inferencia ante la muerte de María Engracia, ya que en los últimos cuatro párrafos el autor da indicios de esta.

El lector en principio se puede formular conjeturas infinitas. Pero, al final, estas deberán ser probadas sobre la coherencia del texto, y la coherencia textual no podrá sino desaprobar las más aventuradas.

8. Si en la obra se pueden analizar categorías como: oponente –ayudante; necesario- contingente.

Modelo actancial planteado por Greimas: “‘El modelo actancial, dice Greimas, es ante todo extrapolación de una estructura sintáctica’. Un actante se identifica, pues, con un elemento (léxico o no) que asume en la frase básica del relato una función sintáctica, nos encontramos con el sujeto-objeto, el destinatario, el oponente y el ayudante cuyas funciones sintácticas no ofrecen ninguna duda”[5]

D1: La soledad D2:


S: María Engracia


O: Compañía


A: La mata Op: Dueño del tugurio

D1: Guía la acción

S: es el sujeto, quien busca el objeto.

O: es la dirección o interés de un ser (concreto o abstracto).

A: es el ayudante son los aliados en la búsqueda de “O”.

Op: Es el oponente

En el anterior esquema es posible observar una pareja oposicional (ayudante-oponente), ya que dentro de la narración aparece un choque entre estos dos actantes. María Engracia, quien vive en busca de compañía, y el dueño del tugurio, quien la ofende constantemente por ser pobre, y además la aleja de su único aliciente, la mata.

9. En qué parte de la obra se puede presentar la mayor complejidad o nudo.

En el cuento “La mata” el nudo se encuentra ubicado desde el párrafo diez hasta el numero diecinueve, ya que en medio de ellos se desarrollan acontecimientos sobre los que recae toda la historia. Inicialmente se da el encuentro de María Engracia con la mata, elemento que se convierte es su compañía y símbolo de la presencia de Dios en su vida. Luego aparece el oponente de esta mujer, el dueño del cuchitril donde ella habitaba, y la hecha de la casa, poniendo como escusa la mata. Finalmente María Engracias enferma y así se da paso al desenlace de la historia, la muerte de ella y su entrada al paraíso.

BIBLIOGRAFÍA

BERNÁRDEZ, Enrique. Introducción a la lingüística del texto. Editorial Espasa. 1982.

BRIZ, Antonio. ¿Cómo se comenta un texto coloquial?. Editorial Ariel, S.A. Barcelona. 2004. Pág.

Disponible en la web: http://www.tomascarrasquilla.net/node/141

GERRERO, Gloria. LA LINGÜÍSTICA DEL TEXTO Y LA PRAGMÁTICA LINGÜÍSTICA: Disponible en la web; http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/6399/1/ELUA_10_21.pdf

LE GUERN, Michel. La metáfora y la metonimia. Editorial Cátedra, Quinta edición. Madrid. 1990.

LOMAS, Carlos. El enfoque comunicativo de la enseñanza de la lengua. Ediciones Paidos. Barcelona. 1993.

PORTOLÉS, José. Marcadores del discurso. Editorial Ariel. España. 2006.

ROMAN, Norma. El modelo actancial y su aplicación. Editorial Pax México. México. 2007.

UBERSFELD, Anne. Semiótica teatral. Editorial Cátedra. Madrid. 1989.

VAN DIJK, Teun. La ciencia del texto. Barcelona, Paidos, Barcelona. 1983.

ANEXOS:

La Mata

Vivía sola, completamente sola, en un cuarto estrecho y sombrío de cabo de barrio. Sus nexos sociales no pasaban de la compra, no siempre cotidiana, de pan y combustible, en algún ventorrillo cercano; del trato con su escasa clientela, y de sus entrevistas con el terrible dueño del tugurio. Este hombre implacable la amenazaba con arrojarla a la calle, cada vez que le faltase un ochavo siquiera del semanal arrendamiento. Y, como pocas veces completaba la suma, vivía pendiente de la amenaza.

Después de ensayar con varios oficios, vino a parar en planchadora de parroquianos pobres; que para ricos no alcanzaban sus habilidades. Faltábale trabajo con frecuencia, y entonces eran los ayunos al traspaso. El hambre, con todo, no pudo lanzarla a la mendicidad.

Era uno de esos seres a quienes la rueda de la vida va empujando al rodadero, sin alcanzar a despeñarlos. Más que vieja, estaba maltrecha, averiada por la miseria y las borrascas juveniles. De aquella hermosura soberana, que vio a sus plantas tantos adoradores, no le quedaba ni un celaje. De sus haberes y preseas de los tiempos prósperos, sólo guardaba el recuerdo doloroso. De aquel naufragio no había salvado más que el cargamento de los desengaños.

Su historia, la de tantas infelices: de cualquier suburbio vino, desde niña, a servir a la ciudad; pronto se abrió al sol de la mañana aquella rosa incomparable, y... lo de siempre. ¡Pobre flor!

Dos hijos tuvo y fueron su tormento. El varón huyó de ella y se fué lejos, no bien se sintió hombrecito. Su hija, un ángel del cielo, la recogió el padre, a los primeros balbuceos, donde nunca supiese de su madre.

Ni un amigo ni una compañera le quedaban en su ocaso, a ella que los tuvo sin cuento en su cenit; ni una palabra de conmiseración a ella que oyera tantas lisonjas. Y, las pocas veces que imploró un socorro, de algún bolsillo en otros tiempos suyo, no obtuvo ni siquiera una respuesta. El desprecio de los unos, el desconocimiento de los otros, caían sobre ella como la piedra mosaica sobre la hebrea infiel. La pobre mariposa, ya ciega, sin esmaltes ni tornasoles, se recogió, en su espanto, para morir entre el polvo abrigado de la gruta.

En su anonadamiento no pensaba en el cielo ni en la tierra; no pensaba en nada que pudiera redimirla. ¡Qué iba a pensar la infeliz! Sólo sentía el hambre de la bestia que ya no puede buscarse el alimento; sólo el frío del ave enferma que no encuentra el nido.

El hambre material... ¡muy horrible, muy espantosa! Pero esta otra del corazón; esta necesidad de un ser a quién amar, con quién compartir la negra existencia; esta soledad de la vejez, no podía, no era capaz de arrostrarla.

Consiguió un gato, un gato muy hermoso. Pero los gatos, lo mismo que el amigo, huyen de las casas donde el hogar no arde. Dos veces tuvo loro, y uno y otro murieron de inanición. Su desgracia les alcanza hasta a los pobres animales. Si ella consiguiera una compañera que no comiese... pero, ¿cuándo?

Un día, al pasar por la calleja un carro con enseres de una familia en mudanza, cayó junto a su puerta un tiesto con una planta. Como se hiciera trizas, lo dejaron allí abandonado. Tomó ella la raíz, sembróla en un cacharro desfondado y lo puso en un rincón, junto a la entrada.

Antes de un año era una planta que llamaba la atención de los transeúntes. Regarla, quitarle las hojas secas, ponerle abono, era su dicha; una dicha muy grande y muy extraña. Tan extraña, que simpre recordaba a su hijita, las pocas veces que pudo peinarla y componerla. Le propusieron comprársela a muy buen precio. ¿Vender ella su mata? ¡Si le parecía que era persona como ella; que era algo suyo; que la acompañaba; que sabía lo que pensaba! su cuchitril no se le hacía ya tan triste ni tan feo. Y la pobre, autosugestionada por esta idea, ya ponía algún esmero en el aseo y arreglo del cuartucho.

La planta iba creciendo a la sombra, como si Dios la bendijese. Y Dios la bendecía, porque consolaba a un alma triste. Una día llegó un brazo hasta el dintel, otro levantó un renuevo, otro se curvó en arco. Su dueña entonces, clavó dos varas, amarró el tallo, y la guirnalda de brillante follaje y de campánulas purpúreas se fue extendiendo, pomposa y exuberante, hasta formar un dombo. Las gentes se paraban a contemplar tanta gentileza y galanura. La pobre mujer, menos cohibida, mandaba entrar a los curiosos para que viesen todo aquello. Hasta una señora muy lujosa entró un día.

Su mata la iba volviendo al trato con las gentes; le iba dando nombre. Ya no se sentía tan despreciada ni tan abatida. Como ya podían verla los extraños, no era tan descuidada en su vestido, y sacudía las paredes y aderezaba sus pobres trebejos con el primor que en la miseria quepa. Día por día iba aumentando el aseo. Tanta limpieza le atrajo más clientela y se hizo célebre en el barrio. El cuarto de María Engracia se citaba como una tacita de plata.

Una mañana entraron dos señoras a contemplar la mata. Admiradas del aspecto de aquella vivienda mísera, que la pulcritud hacía agradable, se deshicieron en elogios. Esa noche hizo lo que no hiciera desde sus tiempos de servicio: rezó a la Virgen el rosario entero. Otro día sacó de un baúl, donde se apolillaba en el olvido, un cuadrito de la Dolorosa. Colgólo sobre su cabecera y le puso un ramo, el primero que cogía de la mata. Un domingo fue a misa de alba.

Aquel espíritu, que parecía muerto, resucitaba. Tal lo entendía ella. Todo era un milagro, un milagro que le hacía nuestro Padre Jesús de Monserrate, por medio de la mata. Sí: El era. Recordó, entonces, que un domingo, en sus tiempos tormentosos, al bajar del cerro con otras compañeras, le había dejado una tarjeta, en la última estación. Recordaba todo, punto por punto; su amiga Ana, que era muy instruida y muy tremenda, tomo un lápiz y puso al pie del nombre de este modo: "Acuérdate de mí, que soy una triste pecadora". Y todo esto, que tenía olvidado por completo, ¿por qué lo recordaba ahora, como si lo estuviese presenciando? Pues, por milagro...

Al sábado siguiente se postraba ante un confesor. No fué poco el pasmo de los vecinos cuando la vieron arrodillada en el comulgatorio para recibir la Santa Forma. De ahí adelante llevó vida piadosa interior y exteriormente. La mata, más lozana y florida cada día, llegó a ser para ella un ser sobrenatural, enviado por Jesús de Monserrate para su enmienda y tutela.

Entre tanto se iba sintiendo muy enferma y quebrantada. Le daban palpitaciones con frecuencia; con frecuencia se le iba el mundo, y más de un vértigo la desvaneció en la iglesia. Presentía su fin muy próximo pero sin pena: antes bien con una dulce serenidad. ¡Si ella pudiera trasplantar su mata sobre su sepultura!

Un día llegó furioso el dueño del cuartucho. Sólo a una malvada como ella se le ocurría poner ese matorral, para tumbar el cuarto con la humedad. Si no sacaba al punto aquella ociosidad la echaba a la calle con todo y sus corotos.

Ella se pone a llorar, sin que piense ni en tocar la mata. Por la tarde torna el hombre y arremete a bastonazos contra cacharro, flores y follaje. Tira todo a la calle y hace sacar los muebles enseguida. María Engracia se desploma, presa de un síncope. De allí la llevan para el hospital. En sus delirios ve su mata frente a su cama, como el arco de triunfo para entrar al paraíso. Y al amanecer de un domingo, cae para simpre en la red infinita de la Misericordia.

Sobre el autor:

Tomás Carrasquilla

(Santo Domingo, 1858 - Medellín, 1940) Narrador colombiano cuya obra es una de las más importantes publicadas en su país en la primera mitad del siglo XX. Por su origen antioqueño y sus múltiples viajes por las localidades mineras, pudo novelar distintos aspectos de la historia, la cultura y la idiosincrasia de su región natal, por lo que se le ha considerado injustamente como folclórico y costumbrista, pero en realidad su estilo recuerda más bien a la literatura del Siglo de Oro.



[1]GERRERO, Gloria. LA LINGÜÍSTICA DEL TEXTO Y LA PRAGMÁTICA LINGÜÍSTICA: Disponible en la web; http://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/6399/1/ELUA_10_21.pdf

[2]BRIZ, Antonio. ¿Cómo se comenta un texto coloquial?. Editorial Ariel, S.A. Barcelona. 2004. Pág. 92.

[3]LE GUERN, Michel. La metáfora y la metonimia. Editorial Cátedra, Quinta edición. Madrid. 1990. Pág. 53.

[4]VAN DIJK, Teun. La ciencia del texto. Barcelona, Paidos, Barcelona. 1983.

[5]UBERSFELD, Anne. Semiótica teatral. Editorial Cátedra. Madrid. 1989. Pág. 48.

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