domingo, 15 de enero de 2012

DIEGO ALEJANDRO MANTILLA BELTRÀN

UIS, Linguìstica III, 2011

Resumen

Estas entregas hacen parte de la producción escrita del curso de lingüística III dado por el profesor Francisco Joel Gómez, consta de tres capítulos esenciales que son:

1. TEMAS DE LINGÜÍSTICA III: es una recopilación de lo visto en las diferentes sesiones de clase con una mayor profundidad temática, analítica y bibliográfica.

2. ANÁLISIS LINGÜISTICO: Es el análisis practicado a un cuento que convalida el uso de los visto en el capítulo anterior.

3. PRODUCCION ESCRITA ALTERNA: es una recopilación de escritos personales, de diversas estructuras y temáticas que ponen en evidencia la puesta en práctica de los fundamentos lingüísticos.

Estos tres capítulos estarán divididos en subcapítulos que especificarán los diferentes tópicos sobre los que se entrará a problematizar.

I. TEMAS DE LINGÜÍSTICA III

I.I. LA NECESIDAD LÓGICA Y LAS SECUENCIAS

EL TIEMPO

La razón para introducir la lógica en este estudio lingüístico es una posible solución al problema de la temporalidad en los relatos que, generalmente, no se presentan en forma lineal sino como un ensamble de historias y metadiégesis que irrumpen la lógica de los sucesos para hacer del cuento una experiencia más intensa. La necesidad de usar la lógica está en que el lingüista debe dar cuenta, no solo de las estructuras y de los fenómenos del lenguaje que se encuentran en los relatos, sino que debe formarse como un sistematizador de sus lecturas para comprender lo que se lee. En el campo lingüístico se conoce que uno de los factores que más puede dificultar una lectura son los saltos en lo temporal, historias que empiezan con la adolescencia del personaje, remiten a la infancia y luego se encuentra uno caminando junto a él con un bastón. Por esto se ha considerado este capítulo como el primero en importancia al momento de abordar un relato que incluya personajes, lugares, edades e historia, es una necesidad por conocer el lugar en el tiempo y en el espacio que determinado personaje ocupa en un relato.

Jean-Michel Adam y Clara-Ubaldina Lorda abordan el tema del tiempo desde la enunciación. Al respecto comentan que “cada vez que un «yo» hablante toma la palabra en un «aquí» y un «ahora» aparece una SITUACIÓN DE ENUNCIACIÓN”[1] es por esto que el tiempo es un contingente del pensamiento, todo relato está hecho sobre la base de algún presente del que no se tomará la definición de “un punto en el tiempo que se desvanece a cada instante”[2] sino que será una instancia ampliada en el tiempo dependiendo de la vigencia del enunciado que configurara el resto de relaciones temporales. En el enunciado “ahora la película del mago inglés es la número uno”, ese“ahora” se refiere a un presente que durará lo que dure esa película siendo la número uno, teniendo como marco de referencia a la prensa y a la crítica cinematográfica, en todo caso lo que se quiere hacer ver es que se puede hablar de un presente inscrito en ciertos marcos de referencia que dura más que un instante.

Si se habla de tiempo, se hablará sin duda alguna de verbos y del valor semántico que ellos aportan a las acciones dentro del relato. Ellos son deícticos que configuran el momento en que la acción que se relata sucede. En la narrativa española, dice Adam, el tiempo predominante es el PRETÉRITO INDEFINIDO como marcador de un “periodo concluido”. Es muy frecuente que se encuentren relatos con verbos compuestos como “lo que he pensado” PRETÉRITO PERFECTO, podría pensarse que este tiempo, al igual que el anteriormente mencionado aluda a un periodo concluido en el tiempo, pero Adam hace la aclaración y dice que el pretérito perfecto incurre en un “presente ampliado” lo que quiere decir que el episodio no está concluido.

Además de los verbos se encuentran cantidad de marcadores referenciales que Adamn reconoce con el nombre de “organizadores de la enunciación”, y ellos están organizados en:

· Organizadores al momento de la enunciación: Son los ya nombrados “hoy” y “ahora”

· Los organizadores que hacen referencia al momento de la enunciación: Estos se dividen en dos grupos, los precisos, que dan con exactitud el momento: Ayer, mañana, dentro de dos horas, anoche, el pasado lunes; y los aproximados que dan una pista temporal, se acercan al momento: antes, hace mucho tiempo, dentro de unos meses, un día de estos.

· Los organizadores absolutos: son los que dan datos exactos del momento de la enunciación: el 2 de febrero, en 1879, a las 23:00 h.

LAS SECUENCIAS

Las secuencias hacen parte de un recurso semántico mediante el cual se recurre a diferentes temáticas manejadas en los párrafos como: las transformaciones de los personajes, de los lugares y del tiempo. Esto permite darle nombre a estas secuencias que, si bien fraccionan el relato, también contribuyen a la comprensión de su totalidad. La motivación de hacer este seccionamiento surge del libro “La semiótica del texto”[3] de A. J. Greimas, en el que, para analizar el cuento de Guy de Maupassant “Dos amigos” se hace uso de este recurso y da como resultado doce secuencias, algunas de dos frases y otras de dos párrafos, en las que Greimas divide el cuento y al mismo tiempo lo dota de significado.

II.I. TEMA Y REMA

Es visible la relación que tiene este tópico lingüístico con la lógica antigua al querer diferenciar “lo que se habla” y “aquello de lo que se habla”. La lógica tradicional fue la primera en estudiar el silogismo[4] tarea relativamente fácil ya que se juega solo con cuatro cópulas en teoría: “todos”, “algunos”, “ninguno” y “no”; en efecto resulta más sencillo en la lógica (aunque se complica cuando se empieza a hablar de distribución, de premisa universal o particular y de cantidad):

Ningún crimen (tema o sujeto) es ético (rema o predicado)

Algunos justicieros (tema o sujeto) son criminales (rema o predicado[5])

Algunos justicieros (tema o sujeto) no son éticos (rema o predicado)

Seguramente de este silogismo podría desprenderse una gran discusión con respecto al tema, que son “los justicieros”, de los que se dice que son criminales y que no son éticos. Algunos dirán respecto a esto que los justicieros cometen crímenes a favor de la mayoría, lo que los convierte en criminales justos y de una ética que responde a necesidades, por esto se rompen los esquemas moralistas; más remas con los cuales argumentar respecto al sujeto que no dejan de ser los justicieros.

Se ve lo sencillo que puede resultar en la lógica esta cuestión, y no es muy diferente en la lingüística, aunque se han logrado muchas más problematizaciones de esta temática gracias a las realidades gramaticales de las lenguas. A continuación se mostrarán algunas de las discusiones que surgieron sobre esta materia.

II.I.I. EL SUJETO, EL TEMA O “LO DADO”

En la tradición Aristotélica el sujeto se denomina como “hypokeímenon” que significa subyacente, y esto es: lo que está más profundo, lo que está más hondo, sobre lo que reposan otras entidades, lo que las soporta. Si pensamos de esta forma al sujeto, entonces es la entidad más “rica en sustancia”[6] ya que soporta lo demás; se elige ‘sustancia’ porque en efecto el sujeto es en la mayoría de veces un ‘sustantivo’ o un ‘nombre’ que ofrece los cimientos a los que aplicar la predicación.

En efecto la definición anterior es un abrebocas a lo que la gramática le depara al término de sujeto ya que este es sumamente variable según sea la sintaxis de la oración. Puede ser el sujeto actor (Jaime salta), puede ser el sujeto de estado (Pedro está delirando), puede ser el sujeto que describe una acción pero que no aparece por ninguna parte (El bombillo se ha averiado en la mañana), otro que puede referirse a una ausencia de acción (hizo frío. Mañana, no habrá agua), e incluso frases completas sin sujeto (¡grita!). La dificultad está en buscar al actor del verbo, a ese ente que ejecuta la acción o del que se dice algo; Se comprende entonces que no todas las oraciones tienen sujetos actores y que por consiguiente sujeto y actor no es lo mismo como se verá en la siguiente oración:

· A Tania le vino un recuerdo como una cubeta de agua.

Se podría pensar que Tania es el sujeto de esta oración, pero es ella la actora, ya que de lo que se habla realmente en la oración, el verdadero sujeto o tema es ‘el recuerdo’.

Lo anterior fue para ver algunas de las problemáticas que refiere el término sujeto y su ubicación, así como su ambigüedad con el término actor. En el libro de Raffaele Simone, “Fundamentos de lingüística” se diferencias tres tipos de sujeto:

a. EL SUJETO GRAMATICAL: que es el que impone al verbo su conjunto morfémico (Silvia estudia las matemáticas)

b. EL SUJETO PSICOLÓGICO: constituido por los elementos que representan aquello de lo que el enunciado habla, denominado así porque se refiere a lo que el emisor tiene en la mente como punto de partida al momento en que se pone en marcha el enunciado.

c. EL SUJETO LÓGICO: es el que indica el actor, el que hace la acción.

· La bufanda (sujeto psicológico), Adriana la ha recibido (sujeto gramatical) de Antonio (sujeto lógico).

Con la anterior oración se puede ver a los tres tipo de sujeto que actúan y también se puede establecer cual es el sujeto que configura al “tema”, el sujeto psicológico. Es tan sencillo como una jerarquización de enunciados que realiza el lector, él localiza el punto de partida que va a dar verdadera relevancia a lo que se dirá en el resto del texto.

El tema, puede estar constituido por varios elementos:

· A mí, ya me ha sucedido tres veces.

En esta oración, el tema está constituido por un sintagma preposicional con función de complemento indirecto, fijémonos en la preposición ‘a’, sin embargo sigue cumpliendo su función de tema.

· Después, las cosas entre hermanos serán diferentes

En esta oración, el tema está constituido por un sintagma adverbial.

Entre otras cuestiones del tema, y ya hablando de rema, estos pueden aparecer en divisiones jerárquicas sin límites teóricos:

· Siempre he querido (rema) la patata (tema) de la suerte (rema) que te acompañó en el viaje a España (rema). Ella (tema) me ayudará (rema) de seguro en mi búsqueda (rema).

II.I.II. PREDICADO, REMA O “LO NUEVO”

En algunas clases se ha hablado del rema como lo “nuevo” que se dice sobre un tema que es “dado”; frente a esto Simone hace una aclaración muy pertinente. Se entiende el rema en la concepción lógica de predicado y siendo más preciso, su concepción es de carácter temático mientras que lo dado y lo nuevo es de carácter cognitivo, es decir, cuando se habla del nivel del conocimiento se habla de la toma de ideas del texto, solo de ideas, nada de niveles sintácticos ni funcionales ni temáticos.

DADO


· ¿Te acuerdas (rema) de Andrés (tema)? Ahora (tema) está diez metros bajo tierra (rema)

NUEVO

A continuación se presenta un ejemplo de las distinciones entre tema y rema; dado y nuevo, a partir de un diálogo tomado de la obra Agamenón de Esquilo (ESQUILO, SÓFOCLES Y EURÍPIDES. OBRAS COMPLETAS[7])

(1) CLITEMNESTRA. Tus ojos (tema) bien delatan (rema) lo que sientes (rema)

DADO NUEVO

(2) CORIFEO. ¿Tienes (rema) fiel garantía (rema) del suceso (tema)?

NUEVO DADO

(3) CLITEMNESTRA. La tengo (tema), sí (rema), si un dios no me ha engañado (rema)

DADO NUEVO

(4) CORIFEO. ¿Te basas (rema) en los sueños (tema) persuasivos (rema)?

NUEVO DADO

(5) CLITEMNESTRA. Yo no acepto (tema) quimeras (rema) de un demente (rema)

DADO NUEVO

(6) CORIFEO. ¿Te ha cegado (tema), quizá (rema), un rumor (rema) sin alas (rema)?

NUEVO DADO

La oración (1) muestra de lo que se habla, los ojos, que delatan los sentimientos. Un segundo tema parece en (2), tener algo (fiel garantía), y tiene continuidad con el tema; (3) hace una confirmación del tema de (2). En (4) se hace una continuidad del tema. En (5) se rompe la secuencia y (6) se termina también otra secuencia.

III.I. LA COHESIÓN Y LA COHERENCIA TEXTUAL

En este campo de lo dado y lo nuevo, también se ha pronunciado María Cristina Martínez, que hace una relación entre este tema y la cohesión. Según la lingüista, la cohesión es “la manera como a una proposición (unidad de información) se dota de unidad conceptual a través de unidades lingüísticas”. La preposición es el enunciado en el que se presentan sujetos, objetos, propiedades, circunstancias y todas las categorías que se puedan adjuntar, y más que esto, la proposición es la idea de un suceso que conlleva una información dada a una información nueva. La cohesión es entonces la manera en como estas informaciones se mezclan en el texto y permiten al lector formar el concepto global de este. Por lo general, como se veía en ejemplos anteriores, la información dada está siempre el comienzo de la oración y la información nueva está después y se concatena gracias a relaciones semánticas.

Se distinguen entonces varios tipos de enlaces cohesivos dentro de “los enlaces de conexión léxica”. A continuación se dará un ejemplo de cada una y su respectiva explicación:

Enlaces de conexión lexical: el léxico en un texto es la variación de palabras que el escritor utiliza para desarrollar su idea, estas palabras deben tener cierta relación entre ellas, temática, sintáctica y gramatical, pero en este caso solo nos interesan las funciones lexicales dentro de esa. Se tendrán en cuenta categorías que sean similares en contenido y que permitan al lector sostener esa cohesión global de la que se hablaba, que sean homogéneas en el sentido en que unas remiten a otras y de esa forma se organiza el sentido del texto. Se puede entender este fenómeno como una especie de sinonimia y efectivamente lo es, sin embargo va más allá de lo que el término dicta, no es una simple sinonimia entre palabras en muchos casos como veremos a continuación:

· El caso de cohesión lexical por reiteración: como su nombre lo indica, la idea es repetir, caer una y otra vez sobre un mismo concepto y establecer relaciones entre su nombre y lo que se dice de él. El primero de estos casos, y el más sencillo, es el de la repetición, que es ser recurrente con un término a lo largo del texto, no valerse de la variación lexical sino nombrar el tema con el mismo nombre a través de toda la lectura, ejemplo:

· La paloma y la hormiga (cartilla infantil)

· Una hormiga iba andando con sus tres pares de patas cuando de pronto se paró. -tengo sed, dijo la hormiga en voz alta-.

· -¿por qué no bebes un poco de agua del estanque? -dijo la paloma que estaba en la rama del árbol-. El arroyo está cerca, pero cuidado no caigas en él.

· La hormiga fue al río y comenzó a beber; un viento repentino la arrojó al agua.

· -¡Socorro¡ -gritaba la hormiga-. ¡Me ahogo¡

Como se puede ver en el ejemplo anterior, no se recurre a algún sinónimo del nombre del personaje, ni a un nombre propio ni a metáforas, es el mismo nombre una y otra vez en el relato, eso es la reiteración.

· El segundo de estos casos es la sinonimia, y como se indica, es remplazar el nombre del tema con vocabulario que construya una cadena nominativa a lo largo del texto para que se consolide la idea, se enriquezca y sea más agradable para el lector, tanto estética como pedagógicamente. Ejemplo: La Marquesa de Yolombó, Tomás Carrasquilla, biblioteca básica de cultura. p. 22.

“Sacramento goza de gran renombre como curandera mágica o cosa tal. Cuéntese que, en sus andanzas de Remedios a Zaragosa, hoy en una mina, mañana en otra, se ha hecho a muchísimos secretos, ya de indios ya de africanos, ahora bebedizos, ahora sortliegios. Cuéntese a sí mismo que viene de una raza predestinada a la magia aguda y extraordinaria...

Como podemos apreciar, las palabras en cursiva son todas pertenecientes al mismo campo semántico, en cierta forma son sinónimos que crean la cadena semántica, este campo es muy parecido a la coocurrencia.

Cuando mencioné el término cadena, hice referencia a otra cualidad del lenguaje, muy importante en el tema de la cohesión como los fóricos.

· La superordinación es el tercer caso de cohesión lexical. La diferencia más marcada con este y los anteriores es que goza de una jerarquización de los conceptos, en este caso podemos introducir los conceptos de hipónimos, cohipónimos e hiperónimos, donde el último es el concepto más generalizador (granos), el anterior es la variedad dentro del término generalizador (fríjol, alberja, garbanzo, lenteja) y el primero es cada uno de los que se dieron en el ejemplo anterior. De esta forma los cohipónimos y los hipónimos están contenidos dentro de los hiperónimos. Ejemplo:

Podemos explicar este fenómeno usando de nuevo el ejemplo anterior, solo que esta vez resaltaremos a jerarquización de los conceptos, veamos:

Cohipónimos: bebedizos, sortilegios

Hipónimos: bebedizos, sortilegios, curandera

Hipernónimo: Secretos

· El cuarto caso es el de la generalización. El escritor se vale de tropos que usan dos sustantivos que crean la relación con el referente, es decir, el referente está incluido dentro de una clase mayor de nombres, de esta forma se posibilita la expansión semántica del término, se puede dar más información de él y así hacerla cohesión. Ejemplo: Psiquis y Cupido. Juan de Espinoza Medrano. En: Literatura hispanoamericana. Antología crítica[8].

Psiquis y Cupido

Mintió la antigüedad, haber sido la princesa Psique la mayor y más célebre hermosura del mundo. Desposáronla con un dios escondido, con un esposo invisible, que aunque asistía al tálamo de noche, nuca mostró de día el semblante. Sosopechose era algún dragón, porque el oráculo que le anunció las bodas dijo que un dios de fiereza serpentina ocuparía su tálamo. Servían a Psique las viandas, las músicas, los atavíos, sin ver quién se los ministraba, ni aparecían los sirvientes, ni el esposo aparecía. Envidiosas las hermanas de tanta opulencia y felicidad, la acabaron de persuadir que sin duda era serpiente, quien tanto recataba la vista de su ferocidad. Y que, pues de noche merecía sus brazos, escondiese una luz debajo de una medida de trigo, y ocultando una sutil navaja debajo de la almohada en el nocturno silencio, destróncase durmiendo el escamoso cuello del enroscado basilisco. Obedeció la princesa, guardó la antorcha, preparó el cuchillo; y a media noche, valiente, cuidadosa, sacó la luz escondida, alumbró el tálamo, y halló (¡qué prodigio!) halló durmiendo a Cupido, el dios del amor, a un lado del arco, las flechas de oro. Allí fue a perderse enamorada, allí el abrazarse el corazón, allí el repetir las ternuras, allí morirse de amores el El Amor.

Si se observan las palabras en negrita, todas hacen referencia a Cupido, pero dios escondido, esposo invisible, fiereza serpentina y enroscado basilisco son metáforas que aluden a este personaje de la mitología Griega, ellas hacen la cadena semántica, no con nombres sino con estas construcciones metafóricas que aluden a un sujeto.

· Por último tenemos, dentro de los cohesivos de orden lexical, a la coocurrencia que es un recurso del autor para generar nexos por medio de campos semánticos, términos que están relacionados unos con otros por pertenecer a la misma ciencia o a la misma época o contexto. Los terminos coocurren cuando hacen parte del mismo marco, dimensión o esquema, son términos que al extraerse del texto se complementan. Ejemplo: El segundo sol. Revista semana, enero 31,2011. P. 35.

El segundo sol

Antes del 2012, la tierra podría tener dos soles. Así lo afirmó un grupo de astrofísiscos la semana pasada, al observar que la estrella Betelgueuse, una de las más grandes de la constelación Orion, está perdiendo masa y podría explotar. Como explicó Brad Carter, profesor de Física de la University of Southerm Queensland, la falta de su masa hace que la estrella se quede sin combustible en su núcleo, y esto produce una explosión millones de veces más brillante que el sol, lo que significa que habrá luz las veinticuatro horas del día. Este fenómeno sólo duraría un par de semanas y después el brillo desaparecerá. Los supersticiosos ya especulan que este es un mensaje del fin del mundo que los mayas predijeron para el 2012. Pero los científicos piensan que sólo será un espectáculo astronómico.

Coocurrencias: i) Podría tener dos soles – este fenómeno – mensaje del fin el mundo

ii) Grupo de Astrofísicos – Brad Carter, profesor de Física de la University of Southerm Queensland - científicos

iii) Sol – estrella – constelación de Orión

iv) Explotar – perdida de masa - sin combustible en su núcleo – explosión millones de veces más brillante que el sol

Los elementos que aparecen nombrados en las coocurrencias, hacen referencia a elementos o sujetos que forman parte de un mismo campo conceptual en el texto: i) la hipótesis de los científicos y especulaciones de los aficionados sobre el mismo tema; ii) las autoridades que lo afirman; iii) objetos y nombres del espacio exterior; iv) consecuencia del fenómeno. Los términos implicados en cada coocurrencia o campo semántico tienen la función de crear una red conceptual que establezca relaciones y confrontaciones entre los diferentes tópicos.

El término coherencia está dado para determinar si un texto mantiene una unidad de pensamiento para brindar al lector el máximo de comprensión. La coherencia entonces incluye elementos de conexión, elementos de entramado entre todas las partes de un texto. La coherencia sirve también para identificar la agramaticalidad en un texto, las partes no coherentes entre sí. Para Van Dijk[9], un texto es coherente en el sentido que le da una continuidad a sus oraciones, es decir, para una oración deben haber otras con las cuales la primera tenga relación, deben ser relevantes entre sí para conformar la unidad.

Para Dressler[10], la coherencia está dada en términos de “factores diafóricos” es decir: las anáforas y las catáforas. Simone se pronuncia frente a este fenómeno como la “sustitución a la izquierda y a la derecha”. Cuando dice que es una sustitución a la derecha es decir que “ya ha a parecido en el eje sintagmático” (Antonio es muy simpático, él hace sonreír a las personas) se ve como el nombre propio Antonio es sustituido por pronombre personal “él” ; y cuando se refiere a la derecha es “porque el sustitutivo puede servir de referente a una palabra que no haya aparecido antes en el entorno sintagmático” (Andrés no le escucha a Mónica) es visible como el pronombre personal “le” hace referencia al nombre propio de “Mónica” que no había sido pronunciado antes de la alusión con el pron. pers. Este tema de los fóricos o los diafóricos será tratado en el numeral II.

La coherencia tiene un largo trayecto de problematización del cual se desprenden dos tipos principales: La coherencia de estructuras superficiales y las de estructuras profundas:

· Las estructuras superficiales: es lo que en lingüística se llama cohesión, en este sentido se llaman elementos cohesivos a los elementos copulativos, los fóricos o diafóricos, e incluso a las conexiones lexicales que vimos anteriormente.

· Las estructuras profundas: En la formulación de estas estructuras se pueden encontrar autores como Van Dijk, Greimmas, Bajktin, entre otros. Para cada autor esta búsqueda y clasificación de elementos es diferente, pero cabe aclarar que todas estas estructuras están constituidas por elementos semánticos elementales que poseen una jerarquización lógica definible.

En el caso de Vand Dijk, se presentan las macroreglas, en el caso de Greimmas se tienen las isotopías; estos son los dos autores de los que se expondrán sus teorías en este trabajo.

LAS MACROREGLAS

Las macrorreglas son la propuesta de Van Dijk para producir macroestructuras, y esta es denominada como “una estructura abstracta que subyacente o forma lógica de un texto que constituye la estructura profunda textual”[11]. Las estructuras profundas son en gran parte lo que el lector capta del texto, no son datos textuales, es lo que el cerebro forma a partir de la lectura, como un resumen mental que se ha quedado con lo más recurrente en el texto, con lo más relevante. Las macroestructuras forman parte de la representación semántica global de un texto, es decir, su significado propio. En este sentido las macroestructuras son un tipo de coherencia global que definen un significado del texto como un todo único, por otro lado, también se ocupa de las estructuras profundas que se encuentran de forma local y a niveles inferiores de las conexiones superficiales entre las conexiones entre proposiciones de las frases.

En este caso las macrorreglas son una forma de transformar la información semántica del texto con el fin de reducirla a microestructuras; son tres etapas las propuestas:

i. Supresión: dada una secuencia de preposiciones, se suprimen todas las que so sean presuposiciones de las preposiciones subsiguientes de la secuencia.

ii. Generalización: Dada una secuencia de preposiciones, se construye una preposición que contenga un concepto derivado de la secuencia de proposiciones, y la proposición así construida sustituye a la secuencia original.

iii. Construcción: Dada la secuencia de proposiciones, se construye una preposición que denote el mismo hecho denotado por la totalidad de la secuencia de preposiciones y se sustituye la secuencia original por la nueva proposición.

A continuación se presenta un ejemplo de estas macrorreglas aplicadas a un poema de Juan del Valle y Caviedes, Coloquio que tuvo la muerte con un médico moribundo[12]


El mundo todo es testigo, Supresión: tachado

muerte de mi corazón,

que no has tenido razón

de portarte así con migo.

Repara que soy tu amigo,

y que de tus tiros tuertos Generalización: El médico pide recapacitación a la

en mí tienes los aciertos; muerte porque él le es útil.

excúsame la partida,

que por cada mes de vida

te daré treinta y un muertos


¡Muerte! Si los labradores

Dejan siempre de sembrar

¿Cómo quieres agotar

La semilla de doctores?

Frutos te damos mayores; Generalización: El médico le hace ver a la muerte

Pues, con purgas y con untos, que él contribuye a su labor y

Damos a tu hoz asuntos que por eso no debe llevárselo

Para que llenes los trajes,

Y por cada doctor coges

Diez fanegas de difuntos.

No seas desconocida

Ni con tigo uses rigores,

Pues la Muerte sin doctores

No es muerte, que es media vida. Generalización: No me desconozcas que sin mi

Pobre, ociosa y desvalida ayuda solo tendrás la mitad

Quedarás en esta suerte, de muertos que recibes. Le dice

Sin que tu aljaba concierte, el médico a la muerte.

Siendo en tan grande mancilla

Una pobre muertecilla

O Muerte de mala muerte.

Mira que en estos afanes,

Si así a los médicos tratas,

Han de andar después a gatas

Los curas y sacristanes: Generalización: El médico se empeña en hacerle

Porque soles ni desmanes, ver a la muerte que él es su mejor

La suegra y suegro peor aliado para que no lo mate.

Fruta y nieve sin licor,

Bala estocado y canto,

no matan al año tanto

como el médico mejor.

Proposiciones:

· El médico pide recapacitación a la muerte porque él le es útil

· El médico le hace ver a la muerte que él contribuye a su labor y que por eso no debe llevárselo

· No me desconozcas que sin mi ayuda solo tendrás la mitad de muertos que recibes. Le dice el médico a la muerte.

· El médico se empeña en hacerle ver a la muerte que él es su mejor aliado para que nolo mate

Construcción: Petición del médico a la muerte para que lo deje vivir más.

Estas nociones útiles para el procesamiento de información semántica cumplen una misión muy importante en el campo de la comprensión. Son estructuras de la psicología conginiva aplicadas por Kintch y Van Dijk que han podido demostrar su utilidad en el procesamiento de recuerdos, resumenes y memorizaciones...

II. ANÁLISIS DE CUENTOS

1. Resumen lógico-temporal del cuento “El profesor suplente” de Julio Ramón Ribeyro

Desde hacía doce años Matías no había vuelto a hojear un sólo libro ni a someterse a una sola cogitación del apetito un poco lánguido de su espíritu. Él siempre había achacado sus fracasos académicos a la malevolencia del jurado y a esa especie de amnesia repentina que lo asaltaba sin remisión cada vez que tenía que poner en evidencia sus conocimientos, y si no había podido optar por el título de abogado, sí había optado por el de notario.

Por alguna razón el doctor Valencia, conocido de Matías, debía salir del país. Una tarde, el doctor Valencia llegó a casa de Matías y le propuso que lo remplazara, como profesor de historia y, sin que Matías dijera una sola palabra, ya estaba comprometido con el doctor Valencia y debía trabajar como profesor.

Matías solía jugar en las noches con sus amigos Baltazar y Luciano, y esa noche sintió que al fin alguien reconocía su grandeza y, después de la cena, se hizo llevar una cafetera, unos viejos textos de estudio y pidió no ser interrumpido por nadie, ni siquiera por sus amigos.

A las diez de la mañana del día siguiente, Matías salió rumbo al colegio con la lección preparada. Se detuvo un momento a repasar los párrafos y cuando llegó a la entrada del se percató de que llevaba diez minutos de adelanto y le pareció poco elegante ser demasiado puntual, cruzó delante de la cerca escolar y vio al portero. Cuando llegó al otro lado de la acera trató de recordar en vano el nombre de un poeta y vio que un hombre lo espiaba, entonces se percató de que era su propio reflejo, se vio triste y vencido, entonces se retiró de la vidriera. Trató de recordar el significado de la palabra Hidra mientras se dirigía a la fachada del colegio y no lo logró, lo que recordó fue al doctor Valencia y su capacidad de demoler a sus enemigos en el parlamento. De repente vio que el portero no lo dejaba de mirar y siguió hacia la otra acera. Aterrado buscó una pulpería en busca de algo para calmar su sed. Vagó por un cuarto de hora por los alrededores y vio de nuevo su imagen, en ella vio el terror que expresaba.

Las campanas de la iglesia lo hicieron volver en sí y decidió que aún estaba a tiempo para volver al colegio, así retomó el camino y cuando divisó la entrada vio a un grupo de hombres canosos y ensotanados que lo hicieron recordar a los jurados de su infancia, el miedo lo invadió de nuevo y siguió derecho. El guardia lo llamó y Matías le respondió con furia que él no era profesor sino cobrador.

Deambuló por horas. Cuando los niños salían de su jornada de clase decidió volver a casa y escogió la ruta más llena de meandros. Al llegar a casa le mintió a su mujer y le dijo que le había ido muy bien, pero al ver el orgullo en sus ojos se echó a llorar.

2. Episodios y secuencias por párrafos según el cuento original numeradores temporales.

Los numeradores obedecen a dos ejes principales, el número, que sirve como ordenador de acontecimientos (distinción entre Acontecimientos, hechos y episodio) y las letras que llevan el orden en que transcurren los hechos. (Obsérvese la representación cartesiana de la página siguiente)

§1. Secuencia 1: La queja (1e)

§1. Secuencia 2: La noticia (2f) (3d) (4g) EPISODIO 1: El crepúsculo.

§2. Secuencia 3: El contrato (5h)


§3. Secuencia 4: Alteración del ego del personaje principal (6i) EPISODIO 2: Transformación

§4. Secuencia 5: Cambio de rutina (7j) (8c)

§5. Secuencia 6: La partida (9l) EPISODIO 2: Partida y evaluación

§6. Secuencia 7: Matías (10m) (11k) (12a) (13b)


§7. Secuencia 8: Vacilación I (Se siente evaluado) (14n)

§8. Secuencia 9: El vencimiento (15o)

§9. Secuencia 10: Vacilación II (16p) (17q)

§10. & §11. Secuencia 11: El terror (18r) (19s) (20t) (21u) EPISODIO 3: Delirio

§12. Secuencia 12: Vacilación (22v)

§13. Secuencia 13: La decisión (23w) (24x) (25a’)[13] (26y)

§14. Secuencia 14: La ira (27z)

§15. Secuencia 15: Deambulación (28aa)

§16. Secuencia 16: La frustración (29ab) EPISODIO 4: El fracaso

§16. Secuencia 17: La mentira (30ac)

§16. Secuencia 18: El llanto (31ad)

3. ESTRUCTURA TEMPORAL DETALLADA DEL CUENTO “El profesor suplente”[14]

Ordenadores de acontecimientos


Orden en que transcurren los hechos


4. ISOTOPÍAS ESTABLECIDAS EN EL RELATO[15]

ISOTOPÍAS ESTABLECIDAS

Mentira/ Apariencia / fracaso / autoridad / delirio /dinero / terror / vejez

ISOTOPÍAS CONSERVADAS

ISOTOPÍAS DESTRUIDAS

Apariencia

Vejez

Fracaso

Mentira

Autoridad

Dinero

Delirio

Terror

Articuladas

Apariencia / mentira

Fracaso / autoridad

Desarticuladas

Vejez

Una isotopía se entiende como "[...] la iteratividad a lo largo de una cadena sintagmática de unidades de contenido que aseguran la homogeneidad del discurso [...] un plano homogéneo de significación, donde la recurrencia sémica señala la existencia de una coherencia semántica textual". Como se puede ver en el cuadro ( ) se establecen las diferentes unidades de contenido a lo largo del texto. Las isotopías destruidas se entienden como las que aparecen de repente durante el relato, es decir, después del primer episodio e incluso después, aunque se mantienen y finalizan con él relato, pero nacen en un punto intermedio de este. Por otro lado, las isotopías conservadas son las que atraviesan todo el relato, pueden ser articuladas, es decir, unidas dentro de un espacio temático dicotómico que cobra sentido al interior del relato; y una desarticulada que se desarrolla por sí misma, sin necesidad de una pareja explícita (en el sentido de la isotopía ya que para conocer cualquier concepto es necesario pensar en su oponencia).

5. SUPERESTRUCTURA

Narración

Historia

Moraleja

TRAMA

EVALUACIÓN

EPISODIO

MARCO: este cuento posee características de universalidad, es decir, no le da al lector topónimos que lo ubiquen en un lugar específico ni vocabulario específico, ni contextos ubicables en tal o cual cultura específica. Del marco se puede decir que se desarrolla en el siglo XX por las alusiones literarias del párrafo §6 en la que se dice que el pensamiento del siglo XIX está en desuso.

SUCESO: el acontecimiento que activa el relato se da desde el primer párrafo, la irrupción del doctor Valencia seguido de su influyente monólogo en el que se establece la tarea asignada al personaje principal Matías.

COMPLICACIÓN: La complicación se da en el momento en que Matías empieza a sentirse turbado por una sensación de terror que se explica como un complejo desde su infancia, en el párrafo §6, es en ese momento dónde él se convierte en su mismo oponente y se complica la resolución exitosa de la tarea.

RESOLUCIÓN: la resolución se da desde el párrafo §14, cuando el terror lo invade totalmente ante la figura autoritaria y niega el rol de la tarea asignada.

La evaluación de la situación se da en el párrafo seis §6, cuando el narrador expone al personaje en su verdadero eje de valores, es decir, lo que él es y lo que trata de no aparentar. Es un configurador de secreto que el narrador revela. 6zf

EL PROFESOR SUPLENTE

Julio Ramón Ribeyro

§1. Hacia el atardecer, cuando Matías y su mujer sorbían un triste té y se quejaban de la miseria de la clase media, de la necesidad de tener que andar siempre con la camisa limpia, del precio de los transportes, de los aumentos de la ley, en fin, de lo que hablan a la hora del crepúsculo los matrimonios pobres (1e), se escucharon en la puerta unos golpes estrepitosos y cuando la abrieron irrumpió el doctor Valencia, bastón en mano, sofocado por el cuello duro (2f).

— ¡Mi querido Matías! ¡Vengo a darte una gran noticia! De ahora en adelante serás profesor. No me digas que no... ¡Espera! Como tengo que ausentarme unos meses del país (3d), he decidido dejarte mis clases de historia en el colegio. No se trata de un gran puesto y los emolumentos no son grandiosos pero es una magnífica ocasión para iniciarte en la enseñanza. Con el tiempo podrás conseguir otras horas de clase, se te abrirán las puertas de otros colegios, quién sabe si podrás llegar a la universidad... eso depende de ti. Yo siempre te he tenido una gran confianza. Es injusto que un hombre de tu calidad, un hombre ilustrado, que ha cursado estudios superiores, tenga que ganarse la vida como cobrador... No señor, eso no está bien, soy el primero en reconocerlo. Tu puesto está en el magisterio... No lo pienses dos veces. En el acto llamo al director para decirle que ya he encontrado un reemplazo. No hay tiempo que perder, un taxi me espera en la puerta... ¡Y abrázame, Matías, dime que soy tu amigo! (4g)

§2Antes de que Matías tuviera tiempo de emitir su opinión, el doctor Valencia, había llamado al colegio, había hablado con el director, había abrazado por cuarta vez a su amigo y había partido como un celaje, sin quitarse siquiera el sombrero (5h).

§3.Durante unos minutos, Matías quedó pensativo, acariciando esa bella calva que hacía las delicias de los niños y el terror de las amas de casa. Con un gesto enérgico, impidió que su mujer intercalara un comentario y, silenciosamente, se acercó al aparador, se sirvió del oporto reservado a las visitas y lo paladeó sin prisa, luego de haberlo observado contra luz de la farola.

—Todo esto no me sorprende – dijo al fin —. Un hombre de mi calidad no podía quedar sepultado en el olvido (6i)

§4.Después de la cena se encerró en el comedor, se hizo llevar una cafetera, desempolvó sus viejos textos de estudio y ordenó a su mujer que nadie lo interrumpiera, (7j) ni siquiera Baltazar y Luciano, sus colegas del trabajo, con quienes acostumbraba reunirse por las noches para jugar a las cartas y hacer chistes procaces contra sus patrones de la oficina (8c).

§5.A las diez de la mañana, Matías abandonaba su departamento, la lección inaugural bien aprendida, rechazando con un poco de impaciencia la solicitud de su mujer, quien lo seguía por el corredor de la quinta, quitándole las últimas pelusillas de su terno de ceremonia.

—No te olvides de poner la tarjeta en la puerta – recomendó Matías antes de partir —. Que se lea bien: Matías Palomino, profesor de historia (9l).

§6. En el camino se entretuvo repasando mentalmente los párrafos de su lección (10m). Durante la noche anterior no había podido evitar un temblorcito de gozo cuando, para designar a Luis XVI, había descubierto el epíteto de Hidra (11k). El epíteto pertenecía al siglo XIX y había caído un poco en desuso pero Matías, por su porte y sus lecturas, seguía perteneciendo al siglo XIX y su inteligencia, por donde se la mirara, era una inteligencia en desuso. Desde hacía doce años, (12a) cuando por dos veces consecutivas fue aplazado en el examen de bachillerato, no había vuelto a hojear un solo libro de estudios ni a someterse a una sola cogitación al apetito un poco lánguido de su espíritu. Él siempre achacó sus fracasos académicos a la malevolencia del jurado y a esa especie de amnesia repentina que lo asaltaba sin remisión cada vez que tenía que poner en evidencia sus conocimientos. Pero si no había podido optar al título de abogado, había elegido la prosa y el corbatín del notario (13b): si no por ciencia, al menos por apariencia, quedaba siempre dentro de los límites de la profesión.

§7. Cuando llegó ante la fachada del colegio, se sobreparó en seco y quedó un poco perplejo. El gran reloj del frontis le indicó que llevaba un adelanto de diez minutos. Ser demasiado puntual le pareció poco elegante y resolvió que bien valía la pena caminar hasta la esquina. Al cruzar delante de la verja escolar, divisó un portero de semblante hosco, que vigilaba la calzada, las manos cruzadas a la espalda. (14n)

§8. En la esquina del parque se detuvo, sacó un pañuelo y se enjugó la frente. Hacía un poco de calor. Un pino y una palmera, confundiendo sus sombras, le recordaron un verso, cuyo autor trató en vano de identificar. Se disponía a regresar – el reloj del Municipio acababa de dar las once – cuando detrás de la vidriera de una tienda de discos distinguió a un hombre pálido que lo espiaba. Con sorpresa constató que ese hombre no era otra cosa que su propio reflejo. Observándose con disimulo, hizo un guiño, como para disipar esa expresión un poco lóbrega que la mala noche de estudio y de café había grabado en sus facciones. Pero la expresión, lejos de desaparecer, desplegó nuevos signos y Matías comprobó que su calva convalecía tristemente entre los mechones de las sienes y que su bigote caía sobre sus labios con un gesto de absoluto vencimiento. (15o)

§9. Un poco mortificado por la observación, se retiró con ímpetu de la vidriera. Una sofocación de mañana estival hizo que aflojara su corbatín de raso. Pero cuando llegó ante la fachada del colegio, sin que en apariencia nada lo provocara, una duda tremenda le asaltó: en ese momento no podía precisar si la Hidra era un animal marino, un monstruo mitológico o una invención de ese doctor Valencia, quien empleaba figuras semejantes, para demoler sus enemigos del Parlamento (16p). Confundido, abrió su maletín para revisar sus apuntes, cuando se percató que el portero no le quitaba el ojo de encima. Esta mirada, viniendo de un hombre uniformado, despertó en su conciencia de pequeño contribuyente tenebrosas asociaciones y, sin poder evitarlo, prosiguió su marcha hasta la esquina opuesta. (17q)

§10. Allí se detuvo resollando. Ya el problema de Hidra no le interesaba: esta duda había arrastrado otras muchísimo más urgentes. Ahora en su cabeza todo se confundía. Hacía de Colbert un ministro inglés, la joroba de Marat la colocaba sobre los hombros de Robespierre y por un artificio de su imaginación, los finos alejandrinos de Chenier iban a parar a los labios del verdugo Sansón (18r). Aterrado por tal deslizamiento de ideas, giró los ojos locamente en busca de una pulpería. Una sed impostergable lo abrasaba (19s).

§11. Durante un cuarto de hora recorrió inútilmente las calles adyacentes. En ese barrio residencial sólo se encontraban salones de peinado (20 t). Luego de infinitas vueltas se dio de bruces con la tienda de discos y su imagen volvió a surgir del fondo de la vidriera. Esta vez Matías lo examinó: alrededor de los ojos habían aparecido dos anillos negros que describían sutilmente un círculo que no podía ser otro que el círculo del terror (21u).

§12. Desconcertado, se volvió y quedó contemplando el panorama del parque. El corazón le cabeceaba como un pájaro enjaulado. A pesar de que las agujas del reloj continuaban girando, Matías se mantuvo rígido, testarudamente ocupado en cosas insignificantes, como en contar las ramas de un árbol, y luego en descifrar las letras de un aviso comercial perdido en el follaje. (22v)

§13. Un campanazo parroquial lo hizo volver en sí. Matías se dio cuenta de que aún estaba en la hora. Echando mano a todas sus virtudes, incluso a aquellas virtudes equívocas como la terquedad, logró componer algo que podría ser una convicción y, ofuscado por tanto tiempo perdido, se lanzó al colegio (23w). Con el movimiento aumentó el coraje. Al divisar la verja asumió el aire profundo y atareado de un hombre de negocios. Se disponía a cruzarla cuando, al levantar la vista, distinguió al lado del portero a un cónclave de hombres canosos y ensotanados que lo espiaban, inquietos (24x). Esta inesperada composición – que le recordó a los jurados de su infancia (25a’) – fue suficiente para desatar una profusión de reflejos de defensa y, virando con rapidez, se escapó hacia la avenida (26y)

§14. A los veinte pasos se dio cuenta de que alguien lo seguía. Una voz sonaba a sus espaldas. Era el portero.

—Por favor – decía — ¿No es usted el señor Palomino, el nuevo profesor de historia? Los hermanos lo están esperando. Matías se volvió, rojo de ira.

— ¡Yo soy cobrador! – Contestó brutalmente, como si hubiera sido víctima de alguna vergonzosa confusión (27z)

§15. El portero le pidió excusas y se retiró. Matías prosiguió su camino, llegó a la avenida, torció al parque, anduvo sin rumbo entre la gente que iba de compras, se resbaló en un sardinel, estuvo a punto de derribar a un ciego y cayó finalmente en una banca, abochornado, entorpecido, como si tuviera un queso por cerebro. (28aa)

§16. Cuando los niños que salían del colegio comenzaron a retozar a su alrededor, despertó de su letargo (29ab). Confundido aún, bajo la impresión de haber sido objeto de una humillante estafa, se incorporó y tomó el camino de su casa. Inconscientemente eligió una ruta llena de meandros. Se distraía. La realidad se le escapaba por todas las fisuras de su imaginación. Pensaba que algún día sería millonario por un golpe de azar. Solamente cuando llegó a la quinta y vio que su mujer lo esperaba en la puerta del departamento, con el delantal amarrado a su cintura, tomó conciencia de su enorme frustración. No obstante se repuso, tentó una sonrisa y se aprestó a recibir a su mujer, que ya corría por el pasillo con los brazos abiertos. (30ac)

— ¿Qué tal te ha ido? ¿Dictaste tu clase? ¿Qué han dicho los alumnos?

— ¡Magnífico!... ¡Todo ha sido magnífico! – Balbuceó Matías —. ¡Me aplaudieron! – pero al sentir los brazos de su mujer que lo enlazaban del cuello y al ver en sus ojos, por primera vez, una llama de invencible orgullo, inclinó con violencia la cabeza y se echó desconsoladamente a llorar (31ad)

(Amberes, 1975)

6. Fóricos:

· Título: “El profesor suplente” representa una catáfora como designación de un futuro personaje. (secuencia léxica, isotopía o cadena nominal)

· Anafóricos de la primera y segunda secuencia “LA QUEJA” & “LA NOTICIA” §1 y §2:

· Referente: Matías y su mujer:

ü se quejaban: La función de anafórico la hace el pronombre personal “se”, pero el verbo es el que da la pauta para que el lector retome los actores ya que está en una correlación lineal de número (Matías y su mujer = ellos = quejaban). El “se” es un impersonal que inevitablemente debe acompañar al verbo pronominal “quejar”, este verbo no puede conjugarse a menos que tenga un clítico o un enclítico (*ellos quejan).

ü Los matrimonios pobres: esta es una anáfora por repetición léxica de tipo generalizadora.

· Referente: puerta

ü La abrieron: Se realiza la anáfora por medio del artículo determinativo femenino singular “la” que hace referencia al objeto nombrado anteriormente.

· Referente: Matías

ü ¡Vengo a darte una gran noticia!: La anáfora la hace el pronombre personal te que funciona como un enclítico ligado al verbo dar.

ü He decidido dejarte mis clases de historia [...]: Anáfora por medio de enclítico. Semejante al caso anterior.

ü [...] es una gran ocasión para iniciarte en la enseñanza [...]: Anáfora por medio de enclítico.

ü [...] se te abrirán las puertas de otros colegios: La anáfora la hace el pronombre personal te pero en este caso se usa como un proclítico.

ü [...] eso depende de ti: la anáfora la hace el pronombre personal ti.

ü Yo siempre te he tenido una gran confianza [...]: Anáfora por medio de un pronombre personal proclítico.

ü [...] un hombre de tu calidad [...]: esta anáfora se hace por sustitución léxica, generalización. (calidad)

ü [...] un hombre ilustrado [...]: Anáfora hecha también por sustitución léxica, generalización.

ü [...] tenga que ganarse [...]: anáfora por medio de enclítico, pronombre personal se.

ü [...] la vida como cobrador: anáfora por metonimia, la profesión por la persona, esta también puede denominarse como sustitución léxica por generalización.

ü Tu puesto está en el Magisterio: Anáfora por medio de un adjetivo posesivo Tu

ü No lo pienses dos veces: anáfora realizada por el pronombre personal “lo” que hace de proclítico. (categoría objetual y no personal)

ü Un reemplazo: anáfora por metonimia, la tarea por el hombre.

ü […] emitir su opinión […]: anáfora realizada por medio de pronombre posesivo su.

ü […] abrazado por cuarta vez a su amigo […]: Anáfora hecha por medio del pronombre posesivo “su”.

· Referente: Doctor Valencia

ü No me digas que no.: Anáfora realizada por el pronombre personal me

ü Yo siempre te he tenido […]: Anáfora realizada por el pronombre personal yo.

ü Soy el primero en reconocerlo: anáfora realizada por el sustituto lexical[16] “el primero”.

ü Un taxi me espera en la puerta: anáfora realizada por el pronombre personal me

ü Y abrázame Matías. […]: anáfora realizada por el enclítico me

ü […] dime que […]­: anáfora realizada por el enclítico me

ü […] soy tu amigo: anáfora realizada por el verbo “ser”

· Referente: […] tenga que ganarse la vida como cobrador […]

ü […] eso no está bien […]: anáfora realizada por el pronombre determinativo “eso”

ü […] soy el primero en reconocerlo […]: anáfora realizada por el enclítico lo (anafórico de hecho)

· Referente: El director

ü […] para decirle […]: anáfora realizada por el enclítico le

7. Interpretaciones a partir de las secuencias.

· Sec. 1. LA QUEJA: este nombre está justificado por la recurrencia del verbo “quejar” en la secuencia de oraciones yuxtapuestas que comparten un mismo verbo, puede verse como una forma de cohesión lexical por reiteración, aunque en forma de elipsis. En el subtítulo de “Personajes” puede explicarse también una isotopía de dinero, pero esta viene enmarcada dentro de la queja así que se tomará por nombre la primera.

Hacia el atardecer, cuando Matías y su mujer sorbían un triste té y se quejaban de la miseria de la clase media, de la necesidad de tener que andar siempre con la camisa limpia, del precio de los transportes, de los aumentos de la ley, en fin, de lo que hablan a la hora del crepúsculo los matrimonios pobres [...]

LA TEMPORALIDAD: desde este punto de vista, el relato comienza inscribiendo las acciones dentro de un marco temporal que es “atardecer” , de esta forma se pueden explicar los demás referentes temporales del día y delimitar las acciones en un presente extendido.

«Hacia[17] el atardecer[18]» vs «Después del atardecer»

Estas oposiciones se pueden descomponer en categorías plenamente temporales, expresadas en el eje sémico[19]:

/antes/ vs /durante/ vs /después/

De esta forma se ve que el espacio temporal abarcado por el crepúsculo se toma los párrafos 1,2 y 3, así, se escogerá la categoría de «durante» el atardecer o crepúsculo. Por esta misma razón, en las secuencias 1, 2, 3 y 4 están en el mismo episodio.

LA ESPACIALIDAD: se podrá notar que este cuento está enmarcado dentro de las características de “universalidad”, con ciertas restricciones a la cultura occidental como lo es el matrimonio católico. No se hace mención de ningún topónimo, pero sí se añaden ciertas descripciones de lo que en ese espacio ocurre por medio de la queja, que está restringida a miembros de la clase media:

La miseria de la clase media

Tener que andar con la camisa limpia

Precios del transporte

Aumentos de la ley

Estas frases permiten situar el relato dentro un marco de oposición entre lo rural y lo úrbano, siendo estas categorías propiamente espaciales. El siguiente cuadro[20] representa el sistema sémico que se forma entre los lexemas: rural y urbano; y los semas: miseria, limpia, transporte y ley:

Semas

Lexemas

Miseria

Limpieza

Transporte

Ley

Urbano

Rural

+

+

+

-

+

-

+

-

El resultado que arroja el análisis sémico hace notar que estos calificativos ante un espacio son más recurrentes dentro del campo urbano. Sin embargo es pertinente decir que los dos semas que marcan la diferencia son los de transporte y ley, que configuran la ciudad, un espacio donde hay más movilidad y donde la ley está más cerca (se aplica más) a la población civil.

PERSONAJES: Los personajes que se muestran en esta primera secuencia son dos:

«Matías y su mujer»

Función anafórica hecha por generalización (p.12). Hace parte de una cadena nominativa.

Los matrimonios pobres


Relación afectiva y legal.

Matías

La mujer

de Matías

De ellos no se dan características físicas, pero sí, a partir de la narración que se hace desde la conversación de estos dos personajes se puede definir el espacio como se mostró anteriormente.

De esas mismas “quejas” se puede rastrear un factor común en el nivel de las inferencias:

Tipo de inferencia

Fragmento que activa la inferencia

Inferencia

Consecuencia causal

La miseria de la clase media

Se habla de miseria y de clase social, es decir, la miseria se inscribe dentro del sistema de capital, es una miseria desde el punto de vista económico.

Consecuencia causal

Tener que andar con la camisa limpia

La limpieza se logra con productos de limpieza y adquirir los productos significa gasto de dinero.

Consecuencia causal

Precios del transporte

Esta queja no se especifica pero por el tono anterior significa que el precio aumenta, lo que representa un mayor gasto monetario.

Consecuencia causal

Aumentos de la ley

Ley puede referirse al Estado y a los impuestos: imposiciones de la ley que a medida que pasan los años van en aumento, lo que implica mayor gasto de dinero.

Las inferencias se sitúan dentro del factor común de “dinero” que en este caso es el principal productor de las quejas, además, en la cadena nominativa se hace la referencia a “matrimonios pobres” , término también inscrito dentro de la definición de capital y por lo tanto de dinero. En todas las culturas es importante el dinero, es un símbolo de poder y de apariencia. A menudo se cree que el que tiene dinero es feliz, ilustrado, importante; eso logra el dinero, el poder que crear una apariencia de superioridad en diversos campos y el sentimiento de superioridad.

ESTRUCTURA GRAMATICAL: Las oraciones de esta primera secuencia están dispuestas en forma de oraciones yuxtapuestas[21]. Estas secuencias de oraciones yuxtapuestas tienen la facultad de obviar una parte del discurso para evitar la repetición, en este caso la acción “se quejan”, como se muestra a continuación por medio de la estructura sintáctica propuesta por Noam Chomsky y la gramática generativa.

Sec. 2. LA NOTICIA

[…] se escucharon en la puerta unos golpes estrepitosos y cuando la abrieron irrumpió el doctor Valencia, bastón en mano, sofocado por el cuello duro (2f).

— ¡Mi querido Matías! ¡Vengo a darte una gran noticia! De ahora en adelante serás profesor. No me digas que no... ¡Espera! Como tengo que ausentarme unos meses del país, he decidido dejarte mis clases de historia en el colegio. No se trata de un gran puesto y los emolumentos no son grandiosos pero es una magnífica ocasión para iniciarte en la enseñanza. Con el tiempo podrás conseguir otras horas de clase, se te abrirán las puertas de otros colegios, quién sabe si podrás llegar a la universidad... eso depende de ti. Yo siempre te he tenido una gran confianza. Es injusto que un hombre de tu calidad, un hombre ilustrado, que ha cursado estudios superiores, tenga que ganarse la vida como cobrador... No señor, eso no está bien, soy el primero en reconocerlo. Tu puesto está en el magisterio... No lo pienses dos veces. En el acto llamo al director para decirle que ya he encontrado un reemplazo. No hay tiempo que perder, un taxi me espera en la puerta... ¡Y abrázame, Matías, dime que soy tu amigo!

SUPERESTRUCTURA: La superestructura de este fragmento resulta ser, en su mayoría, de diálogo, una escena, en la que se introduce la noticia que da pie a la primera transformación de personaje Matías en el relato. Salvo las primeras dos líneas del párrafo anterior que son de carácter narrativo.

MODELO ACTANCIAL

Objeto: Conseguir un reemplazo mientras está fuera del país.

Sujeto: doctor Valencia

Destinador: Doc. Valencia

Destinatario: Matías

Adyuvante: La mujer de Matías.

Oponente: Matías (explicación) (prescindible)

Eje de deseo:

“Necesidad de conseguir un remplazo”

Como puede verse, el personaje del doctor Valencia y su “necesidad de conseguir un reemplazo” son los desencadenantes de la acción en el cuento. De este personaje se puede decir, por medio de inferencias que:

· Inferencia de instrumento “bastón en mano”: Son las personas de edad las que usan bastón, aunque los personajes que gozan de un alto nivel socio-económico también los usan por apariencia.

· Inferencia de estado “sofocado por el cuello duro”: Esta inferencia se hace por medio de la metáfora de “cuello duro” que hace referencia al cuello de las camisas de alta costura, rígidas y altas, símbolo de posición social alta y de respeto.

· Inferencia por el tipo de discurso utilizado: En el diálogo unilateral se da una mezcla entre discurso epidíctico[22] y discurso deliberativo, ambos géneros de la retórica usados para disuadir. Por un lado se tiene el discurso epidíctico con frases como: ¡Mi querido Matías! […] Yo siempre te he tenido una gran confianza. Es injusto que un hombre de tu calidad, un hombre ilustrado, que ha cursado estudios superiores, tenga que ganarse la vida como cobrador […] Este tipo de discurso se fija en lo bello, que hace parte de un elogio y que repercute en el espíritu o en el ego del personaje al que se dirige. Si se le estima es porque tienen una relación estrecha y familiar, si le tiene una gran confianza es porque Matías es un hombre responsable y honesto, si le dice que es un hombre ilustrado está alabando cualidades intelectuales que posee, y si le dice que “es injusto que se gane la vida como cobrador” es porque él está hecho para cosas mejores. Sobra decir que el elogio impone un plano axiológico bueno ya que solo se elogian las buenas cualidades o las buenas acciones, y al recibir estos halagos, el sujeto de débil espíritu crítico los cree sin ponerlos en consideración ya que le está alimentando su ego, así los asume sin importarle siquiera si son mentira o verdad. Así Matías se reviste de ciertos valores: responsable, honesto, capaz, inteligente, pulcro y menospreciado. Y el discurso deliberativo está en: […] No se trata de un gran puesto y los emolumentos no son grandiosos pero es una magnífica ocasión para iniciarte en la enseñanza. Con el tiempo podrás conseguir otras horas de clase, se te abrirán las puertas de otros colegios, quién sabe si podrás llegar a la universidad... eso depende de ti […] Este discurso es el que está propiamente diseñado para el concejo, y en las líneas anteriores se puede notar esto ya que se hace mención a la “magnífica ocasión” y con alusiones al futuro con verbos como “podrás” y “abrirán” que configuran situaciones que “serán”, siempre y cuando el siga las indicaciones del doctor Valencia. Entonces, si este señor usa de esta forma el lenguaje es porque está decidido a hacer que su interlocutor se deje persuadir, que sea de su misma opinión y convenga con él en sus decisiones, lo que configura al doctor Valencia como un personaje astuto y manipulador.

· Inferencias por marcas tipográficas “…”: En el diálogo, se encuentran los puntos seguidos en cinco ocasiones, y en cambio no se encuentra la voz de Matías. El tono de voz del doctor Valencia, antes de los puntos suspensivos, es fuerte en su primera interrupción “¡Espera!” corta lo que sería una posible pronunciación de Matías, así se puede afirmar que los puntos suspensivos son intentos de Matías por hablar o por expresarse cortados por la habilidad retórica del doctor Valencia. Lo que nos afirma el carácter débil del espíritu de Matías y la capacidad de manipulación del doctor Valencia.

INFERECIAS AL PERSONAJE DE MATÍAS:

Inferencia de reacción: El silencio de Matías se toma por un “sí” frente a la tarea

SECUENCIA 3: EL CONTRATO

Antes de que Matías tuviera tiempo de emitir su opinión, el doctor Valencia, había llamado al colegio, había hablado con el director, había abrazado por cuarta vez a su amigo y había partido como un celaje, sin quitarse siquiera el sombrero.

TIEMPO: Se hace esta aclaración para afirmar la debilidad y la facilidad imaginativa del personaje de Matías. Si nos centramos en estas frases: Antes de que Matías tuviera tiempo de emitir su opinión, el doctor Valencia, había llamado al colegio, […]. Dentro de un plano lógico de tiempo, mientras el doctor Valencia hacia las llamadas debió pasar a lo menos un periodo de tres a cinco minutos de tiempo en el que Matías no pronunció una sola palabra, entonces ¿En qué se ocupaba su mente en ese momento? ¿Por qué callar? Es en este momento del relato dónde más peso tuvo el discurso del doctor Valencia, aquel elogio que le dirigió a Matías lo dejó reconsiderando su ser, lo arrastró a un letargo de sobrepensamiento de él mismo, pero desde el plano axiológico que el doctor Valencia introdujo dentro de su discurso, aquello de “un hombre de calidad, ilustrado y al que se menosprecia”, de esta forma se empieza a formar la primera transformación del personaje de Matías que se verá en la secuencia siguiente (4).

MODELO NARRATIVO: Al parecer este relato puede enmarcarse dentro del modelo narrativo de transformación de “assignation d’une tache vs réussite”. En efecto, lo que hace el doctor Valencia es asignarle a Matías una tarea de la cual él debería salir victorioso. En este caso se puede afirmar que Matías a pactado un contrat con el doctor Valencia al aceptar el mandamiento:

Assignation d’une tache : établissement du contrat

acceptation

Ser profesor suplente: establecimiento del contrato

Silencio

En el marco de los actantes, la primera función del donante, es decir, el doctor Valencia es la imposición de una tarea, y la reacción del héroe ha sido de aceptación por medio de su silencio, el contrato está establecido y lo que se espera es que cumpla este personaje con su deber. En este punto del relato se establece “el nudo” del texto.

La asignación de una tarea y la aceptación de esta se inscriben dentro de una “movilización del deseo” en el personaje que acepta la prueba, en este caso podemos decir que la aceptación se efectúa por el factor “dinero” y “apariencia” por un lado porque Matías estaba quejándose junto a su mujer de lo que es una muestra de una “carencia” por la cual se accionan las quejas, la razón, según esta interpretación sería el dinero y el reconocimiento o apariencia.

FIGURA LITERARIA: […] había partido como un celaje […] Esta figura literaria llamada símil se entiende como “comparación establecida entre dos objetos, uno real y otro ideal. En este caso, lo real está representado por el sujeto tácito, el doctor Valencia, y lo ideal por el concepto de celaje que es “anuncio, presagio o principio de lo que se espera o desea”; así toma sentido el símil que le proporciona al doctor Valencia la figura de un mensajero de bien, su papel en el cuento como portador de la noticia, en otros términos de la tarea que le brindará a Matías para satisfacer sus deseos monetarios y de apariencia.

SECUENCIA 4: ALTERACIÓN DEL EGO DE MATÍAS

Durante unos minutos, Matías quedó pensativo, acariciando esa bella calva que hacía las delicias de los niños y el terror de las amas de casa. Con un gesto enérgico, impidió que su mujer intercalara un comentario y, silenciosamente, se acercó al aparador, se sirvió del oporto reservado a las visitas y lo paladeó sin prisa, luego de haberlo observado contra luz de la farola.

—Todo esto no me sorprende – dijo al fin —. Un hombre de mi calidad no podía quedar sepultado en el olvido

TRANSFORMACIÓN DEL PERSONAJE:

Esta transformación tomará dos momentos que ya han sucedido en el relato: a) El momento antes de la noticia, en el que Matías se encuentra en una relación de disjunción[23] con su objeto de deseo, el dinero; y b) El momento después de la noticia, en el que Matías se encuentra en una relación de junción[24] con su objeto de deseo debido a la tarea que le impone el doctor Valencia y sobre todo por el discurso de este. Greimmas crea una fórmula para establecer estas relaciones:

Esta transformación consiste en el paso de un estado de “queja”, que necesita un objeto de deseo para ser posible, en este caso el dinero, que está fuera de alcance y por lo tanto en disjunción ya que se configura como un “querer”; a un estado de “poder hacer para finalmente ser”, posible por la noticia y la tarea que le impone el doctor Valencia, y que lo pone el estado de junción, no directa, pero sí ilusoria.

(S ˅ O) → (S˄O)

(Matías ˅ Dinero) (Matías ˄ Dinero)

Doctor Valencia= (S1 ˄ Obj.)

Matías= (S2 ˅ Obj.)

[S3 => (S1 ˄ Obj. ˅ S2) => (S1 ˅ Obj. S2)]

S3, S1: doctor Valencia

S2: Matías

PN: Programa narrativo[25]

PN: (De ahora en adelante serás profesor+ Tu puesto está en el magisterio+ En el acto llamo al director para decirle que ya he encontrado un reemplazo) Destinador [S1=> (S2 ˄ Obj.)

Esta transformación se explica por ciertos actos del personaje que se enmarcan dentro de unas “competencias modales” que justifican las relaciones de junción y disjunción.

Disjunción

Junción

Competencia modal virtualizante

Competencia modal actualizante (a) y competencia modal realizante (b)

QUERER

DEBER

(a) PODER / SABER

(b) HACER / SER

IMPLICACIONES DE LA TRANSFORMACIÓN

Lo que más vale resaltar es la actitud de evaluador que toma Matías: […] se sirvió del oporto reservado a las visitas y lo paladeó sin prisa, luego de haberlo observado contra luz de la farola.

Esta apreciación se hace por medio de una inferencia de tipo emocional, el hecho de que Matías tomara el vaso de fino vino, y de que, antes de tomarlo, lo mirara contra la farola; por alguna razón se sintió con la capacidad para observar y disfrutar de la fina coloración de este vino, quiso examinarlo, quiso sentir lo que era dar un juicio valorativo como lo hace un profesor y todo por la grandeza que le influyó el doctor Valencia.

También en el corto monólogo se puede percibir el aire de supremacía que asumió Matías al considerarse a sí mismo como “un hombre de calidad que no podía ser sepultado en el olvido” lo preocupante de esta transformación es saber si Matías ha sido tan influido por aquellas palabras que se está mintiendo a sí mismo o si su actitud es causa de un ego verdadero y justificado. Otro detalle para recordar es que el miedo a ser “ser sepultado en el olvido” hace parte de una psicología de avanzada edad, lo que va reiterando la isotopía de la vejez.

Para dilucidar el punto anteriormente nombrado de si, Matías se mentía a sí mismo, resulta muy útil utilizar las categorías de la veridicción de A. J. Greimas, sintetizadas en el siguiente cuadro:

Verdad

Falsedad

Secreto

Mentira

Ser

Parecer

No

parecer

No ser

Las nociones de ser y de parecer se mueven de acuerdo a las acciones del personaje, frente a lo que se puede decir que Matías no es un evaluador ni un profesor aún, tal solo está aparentándolo, y si lo aparenta bien frente a los ojos de un lector ingenuo, al espectador le parecerá que sí lo es, aunque sea tan solo apariencia. Entonces Matías se mueve en el plano de la mentira ya que aparenta ser, es decir parece pero efectivamente no es ya que no le ha llegado el momento preciso y nunca lo ha hecho. En el desarrollo de las siguientes secuencias seguiremos rectificando este punto y veremos cómo se configura esta recurrencia de la mentira

CADENA NOMINATIVA POR GENERALIZACIÓN

COBRADOR – EL TERROR DE LAS AMAS DE CASA – PROSA Y CORBATÍN DE NOTARIO (sec. 7)

SECUENCIA 5: CAMBIO DE RUTINA

Después de la cena se encerró en el comedor, se hizo llevar una cafetera, desempolvó sus viejos textos de estudio y ordenó a su mujer que nadie lo interrumpiera, ni siquiera Baltazar y Luciano, sus colegas del trabajo, con quienes acostumbraba reunirse por las noches para jugar a las cartas y hacer chistes procaces contra sus patrones de la oficina.

TIEMPO: este párrafo comienza con una Elipsis[26], prescinde el relato de cierto tiempo dentro de él y se transporta desde la tarde con su ocaso (que hace parte de uno de los presentes extensos) hasta la noche, después de la mesa.

ALTERACIÓN DEL EGO DEL PERSONAJE II: Esta alteración, como se puede apreciar, queda adherida al cambio de rutina (está adherida), la cual rectifica Matías al pedirle a su mujer que no debe ser molestado, ni siquiera por sus dos mejores amigos.

SECUANCIA 6: LA PARTIDA

A las diez de la mañana, Matías abandonaba su departamento, la lección inaugural bien aprendida, rechazando con un poco de impaciencia la solicitud de su mujer, quien lo seguía por el corredor de la quinta, quitándole las últimas pelusillas de su terno de ceremonia.

—No te olvides de poner la tarjeta en la puerta – recomendó Matías antes de partir —. Que se lea bien: Matías Palomino, profesor de historia.

TIEMPO: de estas primera palabras del párrafo “a las diez de la mañana” que funciona como elipsis.

SITUACIÓN DEL PERSONAJE: Matías continúa con su transformación acorde a lo que un profesor necesita para preparar su clase.

SECUENCIA 7: Matías

En el camino se entretuvo repasando mentalmente los párrafos de su lección. Durante la noche anterior no había podido evitar un temblorcito de gozo cuando, para designar a Luis XVI, había descubierto el epíteto de Hidra. El epíteto pertenecía al siglo XIX y había caído un poco en desuso pero Matías, por su porte y sus lecturas, seguía perteneciendo al siglo XIX y su inteligencia, por donde se la mirara, era una inteligencia en desuso. Desde hacía doce años, cuando por dos veces consecutivas fue aplazado en el examen de bachillerato, no había vuelto a hojear un solo libro de estudios ni a someterse a una sola cogitación al apetito un poco lánguido de su espíritu. Él siempre achacó sus fracasos académicos a la malevolencia del jurado y a esa especie de amnesia repentina que lo asaltaba sin remisión cada vez que tenía que poner en evidencia sus conocimientos. Pero si no había podido optar al título de abogado, había elegido la prosa y el corbatín del notario: si no por ciencia, al menos por apariencia, quedaba siempre dentro de los límites de la profesión.

EL VERDADERO MATÍAS: Se hace una mirada retrospectiva al pasado de Matías que abre con la oración “Desde hacía doce años” en la que se dan a conocer rasgos del personaje que no resultan ser muy provechosos para el académico profesor como lo es el miedo escénico “Él siempre achacó sus fracasos académicos a la malevolencia del jurado y a esa especie de amnesia repentina que lo asaltaba sin remisión cada vez que tenía que poner en evidencia sus conocimientos” la angustia y el miedo frente a la evaluación y al público, que es sí, sea cual sea se configura como un jurado. Además, una de las inferencias que se habían hecho con anterioridad como la de “el espíritu débil” es acá puesta en evidencia de forma explícita “apetito un poco lánguido de su espíritu”, asimismo, este personaje no estudió lo que quería estudiar que era derecho, pero que se quedó con algo muy parecido que es el “ser notario” lo que sirve para guardar las apariencias.

La comparación que se hace de Matías con el pensamiento del siglo XIX es muy ilustrativa porque empieza a dar cuenta de lo que en la secuencia 4 se denominó como mentira, es decir, que Matías asume el aire de un profesor aunque le sea difícil serlo por su poco interés hacia lo académico.

CAMBIO DEL EJE AXIOLÓGICO: como es de notarse, los valores que el doctor Valencia le dio a Matías quedan rezagados por[27] la voz del narrador omnisciente y la verdad que él narra sobre el pasado de Matías y su relación con lo intelectual.

Con este cambio de valores se empieza a desarrollar la máxima complicación de la historia ya que desde este momento, todo lo que Matías había imaginado, todas sus esperanzas de satisfacer aquel deseo se desvanecen hasta romper el contrato adquirido en la secuencia 3.

SECUANCIA 8: VACILACIÓN I

Cuando llegó ante la fachada del colegio, se sobreparó en seco y quedó un poco perplejo. El gran reloj del frontis le indicó que llevaba un adelanto de diez minutos. Ser demasiado puntual le pareció poco elegante y resolvió que bien valía la pena caminar hasta la esquina. Al cruzar delante de la verja escolar, divisó un portero de semblante hosco, que vigilaba la calzada, las manos cruzadas a la espalda.

TIEMPO: de nuevo se comienza con una elipsis que resume el transcurso del apartamento de Matías hasta la fachada del colegio.

REACCIÓN EMOCIONAL DEL PERSONAJE: Sentirse perplejo, es decir, dudoso, irresoluto, confuso e incierto, son reacciones de una persona que no está segura de sí mismo, lo que sigue confirmando el aspecto débil del espíritu de Matías por una vacilación súbita.

CONTINUACIÓN DE LA MENTIRA: Luego de sentir esa inseguridad, Matías debe buscar rápido un achaque o lo que podría llamarse un argumento para sentirse seguro, justificar la vacilación y tratar de disiparla, aunque solo sirva para prolongar su caída; pensó entonces:

Ser demasiado puntual le pareció poco elegante […]

Si se siguen los parámetros del cuadro de veridicción, se coligue la configuración de la mentira: Tan solo con fijar la atención en el verbo parecer, se da la forma de la mentira: parece / no es; es una forma de calmarse a sí mismo a través de la mentira, además este pensamiento puede estar dentro de una cultura popular, venido de tiempo atrás en una cultura burguesa, pero obsoleto para el momento en que se desarrolla el relato.

En este punto del relato los papeles se cambian, ya no es Matías el que debe sentirse como un evaluador, sino que él es el evaluado, por esto su afán por guardar buena “apariencia”, por esto la descripción despectiva del portero, que es de semblante hosco, ceñudo, áspero e intratable, lo que genera cierta aversión.

EMOCIÓN DEL LECTOR: puede que ante la figura del celador y el calificativo que le da el narrador se cree en el lector la sensación de una autoridad que causa antipatía, sentimiento que compartiría Matías con el lector.

SECUENCIA 9: EL VENCIMIENTO

En la esquina del parque se detuvo, sacó un pañuelo y se enjugó la frente. Hacía un poco de calor. Un pino y una palmera, confundiendo sus sombras, le recordaron un verso, cuyo autor trató en vano de identificar. Se disponía a regresar – el reloj del Municipio acababa de dar las once – cuando detrás de la vidriera de una tienda de discos distinguió a un hombre pálido que lo espiaba. Con sorpresa constató que ese hombre no era otra cosa que su propio reflejo. Observándose con disimulo, hizo un guiño, como para disipar esa expresión un poco lóbrega que la mala noche de estudio y de café había grabado en sus facciones. Pero la expresión, lejos de desaparecer, desplegó nuevos signos y Matías comprobó que su calva convalecía tristemente entre los mechones de las sienes y que su bigote caía sobre sus labios con un gesto de absoluto vencimiento.

TIEMPO: Marca exacta de tiempo “el reloj del municipio acababa de dar las once”

EL NERVIOSISMO: Al tratar de recordar un verso y no encontrar el nombre de su autor se continúa el sentir de la inseguridad y de vacilación de la secuencia anterior, causada por el nerviosismo de sentirse observado y evaluado.

EL DELIRIO:

[…]cuando detrás de la vidriera de una tienda de discos distinguió a un hombre pálido que lo espiaba. Con sorpresa constató que ese hombre no era otra cosa que su propio reflejo.

Una de los estados del delirio es la “manía persecutoria” de la que Matías empieza a ser víctima en esta secuencia. Este tipo de delirio se denomina como depreciativo, es decir, como un mecanismo de defensa ante una situación que pone al ser, o parece ponerlo, en peligro. Esta se puede tomar como la segunda fase del delirio en Matías, ya que la primera es la egolatría, fomentada anteriormente por el doc. Matías.

LA VEJEZ:

Pero la expresión, lejos de desaparecer, desplegó nuevos signos y Matías comprobó que su calva convalecía tristemente entre los mechones de las sienes y que su bigote caía sobre sus labios con un gesto de absoluto vencimiento.

Son interpretaciones explícitas. Esto le da al lector una imagen de lo que es el personaje físicamente. Y el vencimiento y el recogimiento son más frecuentes en los seres humanos de avanzada edad. Además tenemos rasgos precisos como la calva, mechones en las sienes y bigotes.

SECUENCIA 11: EL MIEDO

Allí se detuvo resollando. Ya el problema de Hidra no le interesaba: esta duda había arrastrado otras muchísimo más urgentes. Ahora en su cabeza todo se confundía. Hacía de Colbert un ministro inglés, la joroba de Marat la colocaba sobre los hombros de Robespierre y por un artificio de su imaginación, los finos alejandrinos de Chenier iban a parar a los labios del verdugo Sansón. Aterrado por tal deslizamiento de ideas, giró los ojos locamente en busca de una pulpería. Una sed impostergable lo abrasaba.

Durante un cuarto de hora recorrió inútilmente las calles adyacentes. En ese barrio residencial sólo se encontraban salones de peinado. Luego de infinitas vueltas se dio de bruces con la tienda de discos y su imagen volvió a surgir del fondo de la vidriera. Esta vez Matías lo examinó: alrededor de los ojos habían aparecido dos anillos negros que describían sutilmente un círculo que no podía ser otro que el círculo del terror.

Con las anteriores menciones a Colbet, a Marat, a Robespierre y a Chenier, miembros de la revolución francesa emparentados con el régimen del “Terror” se empieza a definir una nueva trasformación en el personaje de Matías. Un nuevo estado se empieza a apoderar de él que se menciona explícito al final de párrafo. El terror.

SECUENCIA 12: LA DESICIÓN

Un campanazo parroquial lo hizo volver en sí. Matías se dio cuenta de que aún estaba en la hora. Echando mano a todas sus virtudes, incluso a aquellas virtudes equívocas como la terquedad, logró componer algo que podría ser una convicción y, ofuscado por tanto tiempo perdido, se lanzó al colegio. Con el movimiento aumentó el coraje. Al divisar la verja asumió el aire profundo y atareado de un hombre de negocios. Se disponía a cruzarla cuando, al levantar la vista, distinguió al lado del portero a un cónclave de hombres canosos y ensotanados que lo espiaban, inquietos. Esta inesperada composición – que le recordó a los jurados de su infancia – fue suficiente para desatar una profusión de reflejos de defensa y, virando con rapidez, se escapó hacia la avenida.

LA APARIENCIA: “asumió el aire profundo y atareado de un hombre de negocios.”

El hecho de asumir en el cuadro de veridicción se ve como un parecer y un no ser, lo que sigue configurando la mentira que rodea a Matías.

RUPTURA DEL CONTRATO:

Prohibición = RUPTURA DEL CONTRATO

Violación

La prohibición la establece el mismo, pero de una manera indirecta, a través de sus recuerdos que configuran su miedo y sus delirios. La violación la ha comenzado a establecer desde que rompe con el tiempo establecido del cumplimiento, pero este momento establece una retirada inminente del cumplimiento.

SECUENCIA 14: LA IRA

A los veinte pasos se dio cuenta de que alguien lo seguía. Una voz sonaba a sus espaldas. Era el portero.

—Por favor – decía — ¿No es usted el señor Palomino, el nuevo profesor de historia? Los hermanos lo están esperando. Matías se volvió, rojo de ira.

— ¡Yo soy cobrador! – Contestó brutalmente, como si hubiera sido víctima de alguna vergonzosa confusión

LA IRA es la última de las estaciones del delirio. La agresividad con la que reacciona un ser para cuidarse cuando se siente atacado.

SECUENCIA 15: LA DEAMBULACIÓN

El portero le pidió excusas y se retiró. Matías prosiguió su camino, llegó a la avenida, torció al parque, anduvo sin rumbo entre la gente que iba de compras, se resbaló en un sardinel, estuvo a punto de derribar a un ciego y cayó finalmente en una banca, abochornado, entorpecido, como si tuviera un queso por cerebro.

SECUENCIA 16: LA FRUSTRACIÓN

SECUENCIA 17: LA MENTIRA

SECUENCIA 18: EL LLANTO

Cuando los niños que salían del colegio comenzaron a retozar a su alrededor, despertó de su letargo. Confundido aún, bajo la impresión de haber sido objeto de una humillante estafa, se incorporó y tomó el camino de su casa. Inconscientemente eligió una ruta llena de meandros. Se distraía. La realidad se le escapaba por todas las fisuras de su imaginación. Pensaba que algún día sería millonario por un golpe de azar. Solamente cuando llegó a la quinta y vio que su mujer lo esperaba en la puerta del departamento, con el delantal amarrado a su cintura, tomó conciencia de su enorme frustración. No obstante se repuso, tentó una sonrisa y se aprestó a recibir a su mujer, que ya corría por el pasillo con los brazos abiertos.

— ¿Qué tal te ha ido? ¿Dictaste tu clase? ¿Qué han dicho los alumnos?

— ¡Magnífico!... ¡Todo ha sido magnífico! – Balbuceó Matías —. ¡Me aplaudieron! – pero al sentir los brazos de su mujer que lo enlazaban del cuello y al ver en sus ojos, por primera vez, una llama de invencible orgullo, inclinó con violencia la cabeza y se echó desconsoladamente a llorar.

En estas últimas secuencias se ve como Matías, durante el relato, se fue convirtiendo en su mismo oponente al evocar sus recuerdos. También se han podido ver en este personaje tres estados del delirio como: la egolatría, la manía persecutoria y la agresividad.

EL LLANTO conforma la forma máxima del vencimiento, de la frustración. Las lágrimas derramadas justo en los hombros de su esposa, a la que anteriormente había tratado con algo de desprecio, son síntoma de un apego cercano, de una necesidad de ese otro ser, como un refugio para su espíritu débil.

III. PRODUCCIÓN ESCRITA ALTERNA

III.I El palacio de Justicia

Artículo

Deliberadamente se ha creído siempre que donde hay democracia hay justicia, que ella es una rama que la democracia otorga cuando funciona correctamente, incluso en los casos de absoluta infamia, no en vano dice el Corifeo en la obra las suplicantes de Esquilo (Obras completas. p. 191) que la “justicia siempre protege a su aliado”, pues bien ¿quién es hoy el máximo aliado de la justicia?

Partamos entones de quienes no son justos, de los que cometen injusticias, ¿por qué se cometen? ¿En qué estado se encuentran quienes las cometen? ¿Contra quiénes se comete? En sí, la injusticia es quebrantar una regla o una serie de normas que se han establecido democráticamente, un pacto social para mantener en pie la sociedad, entonces el que arremete contra ellas se toma como infractor, sea de manera consciente o inconsciente que cometa el acto que violenta, digo esto último porque en evidencia no todas las violaciones se cometen con premeditación, existen los impulsos que en un lapso corto nublan con gruesos velos la visión de lo bueno y conveniente, y hacen al hombre actuar de forma estúpida siendo que en ese momento, pareciese, no se es uno mismo. Aún así, se hace daño y se infringe una ley, además, como para los que cometen las injusticias con premeditación como los que no, existe la cláusula de control sobre uno mismo, la cual apela solo a valores fundamentales como la prudencia o la tolerancia. Ya he nombrado una cláusula que es la de autocontrol, a esta se suma la del “deseo de hacer daño” (Retórica, 1999), lo cual se toma como infracción ya que la ley defiende todo lo que es bueno, en teoría; pero por qué un hombre decide hacer daño, qué lo instiga a hacerlo, ¿otra injusticia? Entonces las injusticia generan injusticias y no es el hombre el motor que la genera sino que, como afirma Aristóteles en su Retórica, “unos las hacen por azar y otras por necesidad” entonces a estas habrá que agregarles también las que hacen por gusto, porque las noticias y la radios nos demuestran que hay personas que viven es por la violación a la ley sin una justificación, casi por naturaleza, por deporte, una especie de genoma enfermo que centra su placer en la infracción. Quedan entonces así establecidos los personajes que cometen injusticias, ya sea porque les toca, porque hay una fuerza externa que en cierta forma los obliga a cometerla y los que viven de la injusticia que son los más peligrosos, que han hecho de ella su sustento y la tienen dialogando con la ley

Clasifiquemos algunos causantes de injusticias:

1. Un hombre conduce su auto por la autopista cuando una paloma choca con el vidrio frontal de su auto y lo hace perder el control, es una coincidencia, el cruce de la vida de la paloma y el conductor de auto. Finalmente el hombre pierde un poco el control del auto y choca contra un motociclista, el motociclista muere. Es un caso de injusticia por azar, pero más bien parece un caso de injusticia, no del hombre del coche contra el de la moto, sino del destino contra el hombre del auto que, en efecto, recae sobre el motociclista. Tiene condena.

2. Es naturaleza del hombre la venganza, incluso hay quienes de una forma muy irresponsable afirman que la venganza es un deber en el hombre. A este respecto podemos hablar de un crimen pasional, una mujer encuentra a su esposo compartiendo lecho con otra mujer y termina asesinando de alguna forma a los dos. Es un impulso, no es premeditado y casi que pareciera azar porque muy de malas estuvo el señor de que lo pescaran con las manos en la moza. Esta es una infracción a la vida por un hecho natural, donde natural se le atribuye a la condición humana. Tiene condena.

3. Si un país es atacado y este se ve forzosamente obligado a contraatacar y a matar a miles de civiles y hombres que nada tuvieron que ver su crimen, podemos hablar de crímenes por la fuerza, aunque, qué chanza tendría aquél país de dejar pasar el incidente. Aquí toma fuerza esa sentencia tan despreciable de ver a la venganza como un deber. ¿Tiene condena?

4. Si el abuelo de la familia está en coma, muriendo lentamente y alguno de sus hijos o nietos lo asesina porque de seguro detrás de esto habría una gran herencia, es un asesinato premeditado. Tiene condena.

5. Un hombre estafa a miles pero está protegido por su apellido y unas leyes manipuladas. ¿Tiene condena?

6. Si un hombre roba o asesina o hace daño porque esa es su forma de vivir, ese es violador por hábito. Tiene condena.

7. Calumniar a alguien es propio del apetito irascible siempre y cuando esa falacia que se pronuncia tenga escondida alguna satisfacción. ¿tiene condena?

8. El mejor ejemplo de la ira desatada es la venganza, pero el fin de satisfacer esa ira mediante la venganza, la hace un hecho de proporciones calculadas y premeditadas. Tiene condena.

Se descartan entonces de ser amigos de la justicia los hombres con los anteriores perfiles, así hayan sufrido alguna tragedia no premeditada porque la justicia habla por medio de sus normas y estas a través de jueces que se esmeran por hacerlas cumplir, porque son ellos los repetidores incansables de la frase expuesta en el evangelio de San Juan “La verdad nos hará libres”… de estar en calles inseguras y de vivir en constantes paradojas éticas. Porque somos amigos de Justicia los que creemos en ella y la acatamos como nos la presentan, con los ojos vendados, con una espada que no podría blandir así quisiera y una balanza con pesos y contra pesos adicionales. Porque desde hace mucho tiempo, Justicia no tiene verdaderos amigos, ella está sentada en un sillón de terciopelo rojo con bordes dorados, con bufones y malabaristas que le levantan el velo para distraerla, al lado de sátiros y ménades que la pervierten, todos en un lejano castillo con muros de papeles y firmas, con guardias armados de sobornos y perros que no solo alertan del intruso sino que matan indiscriminadamente. Ella está allí, como una duquesa viuda del siglo XVIII desposada de nuevo con un avaro que la enamoró para su beneficio, rodeada de sonrisas postizas, juegos de mesa, grandes banquetes, vestidos que sofocan y sin la disposición de decir ni una sola palabra, absolutamente manipulada. ¿Soñará en las noches con sus años de gloria donde tenía ella verdaderamente la última palabra? ¿Existieron alguna vez aquellos años o ella ha vivido siempre presa de la opulencia en un castillo? ¿Soñará tal vez en tener algún amigo?

Justicia es un personaje de cuento de hadas que espera a su príncipe (de un color nunca antes visto), sin embargo este cuento de hadas está metido en la cruda realidad, está cercado por toda la podredumbre posible y por haber, y retomando la frase del evangelio de San Juan, ingeniosamente manipulada por Estanislao Zuleta (ZULETA, 1998. p. 123) , afirma que “será la libertad la que nos obligue a ser verdaderos con los juicios”, porque sostiene este autor que las democracias y la justicia que se imparte en ellas no dejan de estar permeadas por una cierta ráfaga de dogmatismo y que por esto esa verdad de la que profesa nunca nos hará libres, que no somos libres si aún estamos prendidos a los dogmas o a los pseudodogmas y que la utopía máxima es esa, así suene un tanto anarquista, que solo la verdadera libertad nos dará la claridad de juicio para decidir entre lo bueno y lo malo, que es la libertad la heroína que rescatará a Justicia el día en que los hombre la tomemos en serio, pero al contrario seguimos poniendo nuestras dudas en ignorancias en diferentes altares y les damos nombres de figurines que creemos intocables e irreprochables.

III.II. El sujeto frente al reloj de oro (texto en construcción)

Artículo

¿Cómo recibe el sujeto la carga estética del objeto? Esta es la pregunta que motiva para lograr este artículo, basado en los textos de Jean Baudrillard, (BAUDRILLARD, 1997) “La ilusión y la desilusión estéticas” y “el sujeto en proceso”.

Se parte de la idea del sujeto unario, algo contradictoria, que nos dice que como sujetos estamos fragmentados, parcelados mentalmente por una dicotomía que permite el conocimiento del mundo, el hecho singular de que necesitamos conocer el mal para entender el bien o necesitamos de la conciencia para poder tener acceso a nuestro inconsciente. Es en cierta medida esta condición la que hace que el sujeto se ponga en marcha, “que el sujeto funcione a partir de la reiteración de la ruptura, de la separación; que es una multiplicidad de re-pudios que aseguran la renovación al infinito de su funcionamiento”[28]. Ante este panorama de sujeto, se sabe que se puede conocer un objeto y su significado gracias a la naturaleza dual de los conceptos; de esta forma, en el caso del “reloj de oro” un sujeto podría acercarse a él partiendo de varias fuerzas dicotómicas como lo son: lo temporal – lo atemporal, lo lujoso – lo barato, el poder – la sumisión, entre otros. Pero, al imaginar que no tenemos el reloj como tal en la mano sino que, al ir por la calle se ve propaganda de él, vemos una imagen, una sugerencia a adquirirlo ¿Qué vemos? Según Baudrillard, “una imagen es justamente una abstracción del mundo, en dos dimensiones; es lo que le quita una dimensión al mundo y, por eso mismo, inaugura el poder de la ilusión” Es decir que la imagen que se vea de dicho reloj no tiene que mostrarlo como tal sino que tiene que sugerir el producto, debe abstraer el verdadero contenido de lo que se quiere decir y sugerirlo, de manera que el sujeto se vea frente al poder de una ilusión; sin embargo, si conocemos otro tipo de propaganda del dichoso reloj de oro, tal vez en la televisión y por alguna propaganda, seguramente el sujeto se encontrará frente a una representación del reloj sin ninguna característica ilusoria ya que este medio pretende es mostrar de la forma más realista posible al objeto, es una especie de reedición de lo real, se pierde totalmente el dominio simbólico de la usencia, ya nada está sugerido, todo está dicho en esta imagen – mímesis. Se entienden entonces dos formas fundamentales de conocer un objeto: la creadora de la ilusión en la que todo no está dicho sino sugerido, en la que hay una gran carga simbólica que nos remite el objeto en sí, y la forma realista que presenta el objeto tal como es lo que nos lleva a una “ilusión desencantada”.

Ahora se entrará un tanto más en la pregunta que se plantea al principio y se delimitará con el fin de dar conclusiones más certeras. Primero habrá que definir ¿de qué tipo de carga estética estamos hablando? Se tomará como partida la dicotomía entre lo comercial y lo artístico, es decir, manejaremos el diálogo entre estos dos tipos de carga estética. Y otra aclaración, el que recibe la carga es el sujeto, pero ¿conoce el sujeto de manera objetiva o de manera subjetiva? Por supuesto que la manera más sencilla de explicar la percepción es por medio de la subjetivad ya que ella es la que goza de todos los juicios de valor que permiten al sujeto relacionar lo nuevo que conocemos, con lo que ya entes se conocía, a diferencia de lo objetivo que anula la naturaleza interpretativa inmediata del sujeto y se queda con los rasgos más formales del estudio.

Para cerrar ya está analogía de percepción y estética, tomaremos el caso de las sopas Campbell, de Andy Warhol, que une los dos extremos estéticos de los que hablamos, “un brillo sorprendente de la simulación, y para el arte moderno, un solo golpe, el objeto mercancía, el signo-mercancía”[29] es el arte de la mercancía, que se produce en masa y no dejan un rastro significativo en el sujeto, pero que todos estamos destinados a padecer la sintomatología de la publicidad “hacer creer, hacer valer, hacer ver. Esa imagen del producto que se considera arte se convierte en fetiche momentáneo. De esta forma se puede hablar de una conclusión a nuestra pregunta inicial: Se recibe la estética del mundo, y más la comercial, bajo un manto de dominio, las cosas en cierta medida poseen una extraña capacidad de atracción del sujeto, y sin importar si sea arte que sugiere e idealiza o simple industria que representa, el sujeto se ve bajo una función estética traumatológica al recibir al objeto, la imagen lo domina, lo atrae.

III.III. Reflexiones pedagógicas

Artículo

Las conductas de los estudiantes están determinadas por sus reacciones ante los acontecimientos de la clase, ya sean las palabras del docente o las de ellos mismos. Cualquiera de las reacciones de los individuos orgánicos están condicionadas por tres elementos según Vigotski (2001) que constituyen también momentos de atención, el primero es la etapa sensorial , que es el momento en que el estudiante recibe el estímulo externo que reciben sus sentidos; el segundo momento es denominado acción, redondeando el término general que es un proceso en el cual la excitación anterior se estimula y genera una respuesta externa en forma de movimiento, y el tercer momento es llamado motor que es, en sí, el resultado de la acción que se realiza. Ante esta panorámica, Vigotski dice que el elemento pedagógico y psicológico que tal vez canalice y disminuya las reacciones hacia cualquier tipo de distractor, y que cree así una atmósfera de esparcimiento y distracción es el juego. Puede que suene un tanto contradictorio ya que en se suele pensar que el juego mismo es una forma de distracción sin sentido cognitivo alguno, pero el juego hace parte de las culturas, parte de una condición humana inherente que en efecto ayuda al sujeto a conocer significativamente por su cualidad experiencial, es más, el juego debe apelar a un sentimiento muy importante que es la empatía, y para que haya empatía debe existir cierto afecto, debe existir afinidad entre los participantes, este sentimiento es destacado por Humberto Maturana (2003) en su libro amor y juego, él nos dice: Si el punto de partida de la humanización fue el espacio relacional amoroso, su carencia, las dificultades de armonía y sintonía emocional entre padres e hijos y entre los mismos jóvenes acarrea trastornos físicos y emocionales, por lo tanto recae en el aprendizaje”. La ausencia de esa empatía, de ese amor al que nos acerca el juego en las primeras etapas de la vida puede llevar a los estudiantes a crearse trastornos mentales que en efecto generan desviaciones en su formación, se deforma como ciudadano y en el peor de los casos podría significar un riesgo para sus compañeros. Es así, un juego bien aplicado significará también una descarga de energía acumulada que ya no tendrá cabida en el momento de la clase y reduciendo considerablemente aquellos movimientos a los que los sentidos se ven expuestos por la acumulación de energía tales como, retozos, chasquidos, juegos de manos, búsqueda de miradas, muecas etc., el juego es entonces una necesidad vital que permite la regulación de la energía y permite que el estudiante esté más concentrado, menos ocioso, con una conducta más adecuada en el aula de clase. La cuestión de si el juego es una actividad inútil o no, está en cómo el maestro dirija este juego, es decir, si va simplemente a dejar a sus estudiantes vagar por la cancha y jugar a su libre albedrío para que de esa manera liberen la energía, o si va a pensar su estrategia para hacerlo parte de su clase y como tal parte de un programa en beneficio de las competencias. Se recuerda en este sentido la enseñanza lúdica, la danza, el teatro, el canto, que constituyen una canalización de la energía con miras a desempeños, además cada una de estas actividades incluye el desarrollo de las competencias comunicativas y en efecto, esta actividad recoge casi todas las funciones del lenguaje que estipula Halliday: (a) la interaccional que se utiliza para formar las relaciones sociales con otros miembros de la comunidad. (b) la instrumental que es la capacidad que el hombre usa para la resolución de problemas por medio de lenguaje, uso de la lógica, de analogía, interpretaciones. (c) la personal, como ella misma lo dice, es la capacidad para entablar reflexiones sobre uno mismo y poder expresar la personalidad que nos invade. (d) la función regulatoria nos ayuda en el manejo del control, el manejo que tenemos de nuestros actos, de nuestros sentimientos y que también, en el caso de trabajo en grupo, funciona para regular el comportamiento de los compañeros. (e) la función Heurística que es la encargada de fomentar la exploración en los actos académicos, y en el juego el interés por participar el él de forma activa. (f) la función imaginativa se usa sobre todo en los juegos de representación y de rol en donde el estudiante debe imaginarse un contexto en el cual está inmerso su personaje y en la representación, la manera en como el conoce la realidad que lo circunda. (g) Por último la función informativa que permite debatir y comunicar actividades e información en general; Estas funciones evidentemente se ven reflejadas en el juego, en el teatro por ejemplo entraría a hacer parte de un desarrollo muy completo de las capacidades lingüísticas de los estudiantes, el manejo de la prosodia, el lenguaje gestual y el manejo del cuerpo, el desarrollo discursivo, la práctica de la lectura y el acercamiento con medios literarios, todos hacen parte de las competencias del lenguaje llevadas a un campo lúdico con una doble finalidad, por un lado calmar aquellos cuerpos llenos de energía y regular sus impulsos y por otro educar desde una perspectiva práctica con resultados que saltan a la vista.

Otra de las virtudes del juego que resalta Vygotsky es que el juego puede ser reglado, “es un sistema racional y adecuado, planificado, socialmente coordinado, subordinado a ciertas reglas” (Vigotski, 2001. p. 163). Con esto ya se corrobora que el juego maneja una evidente analogía con el gasto energético de los adultos, la imposición de reglas, el castigo por su violación, y el resultado de él, que si bien no es monetario, si será una satisfacción.

Se ha sido muy optimista en el caso del juego como una herramienta para controlar la conducta de los estudiantes y en especial el problema de la distracción, sin embargo, este incidente muy frecuente en los estudiantes, puede provenir de anormalidades patológicas en el individuo, que se salen de las manos de docente y este debe recurrir entonces a expertos psiquiátricos que alivien sus discapacidades.

Continuando este apartado acerca de las discusiones, se llegó al cuestionamiento de si el lenguaje tiene una psicología ¿qué ha dicho la psicología del lenguaje? A este cuestionamiento se encontró que el lenguaje, por ser el elemento básico realizado por nuestro pensamiento como un sistema de organización experiencial, tiene, según Vogotski tres estadios diferentes de desarrollo. En un principio, el lenguaje se manifiesta como un “grito reflejo” (Vigotski, 2001. p. 265) que es completamente inseparable de los otros signos emocionales e instintivos de la conducta humana. De esta forma se demuestra como en los estados de alto nivel emocional como el miedo, la ira o los celos, el lenguaje hace parte de nuestro componente biológico y motriz que genera movimientos adaptativos a las emociones, se expresa de una forma y acorde a esta forma actúa. Para una explicación simple, el niño menor de un año tiene un grito reflejo que es un “grito” para cualquiera de sus necesidades él reacciona mediante gritos acompañados de gestos, y a esto se le suman los “reflejos condicionados” que son las reacciones del entorno y de los agentes externos al niño, es decir, que el niño se da cuenta que con su grito se comunica y por esto su madre acude en su auxilio cada vez que el emite sus primeros pasos en la comunicación. El grito entonces comienza a generar significado en la mente del niño porque expresa algo comprensible para los dos agentes del acto comunicativo.

Seguido a esto, los psicolingüistas han detectado otro tipo de estadio, más avanzado, que hace referencia a las palabras y la manera en que las entendemos, ellos distinguen tres elementos que son “el sonido, el significado y la imagen”, entendiendo la imagen como “un signo lingüístico, una imagen acústica que compone una entidad psíquica que une un concepto con esa imagen” (Saussure 1945), según el curso de lingüística general de Ferdinand de Saussure. También Piaget (Perraudeau,1999 ) ha definido este proceso y lo ha logrado hacer de una manera un tanto más compleja al afirmar que se comienza a formar esta capacidad cuando el niño comienza a salir de aquella etapa de egocentrismo, se recuerda que existe una etapa en que el infante se “encuentra en el corazón de un mundo físico y social desconocido” de la cual logra salir gracias a su descentralización del mundo, a la capacidad que le brinda el lenguaje para darse cuenta de que existen diversos contextos a lo que se aplican las mismas acciones; esta capacidad está estipulada en las competencias generales de la primera infancia “aprenden que la misma acción de tomar un objeto y tirarlo puede servir para llamar la atención del adulto hacia el objeto y hacia ellos, para explorar sus sonidos, para descubrir nuevos ritmos y usarlos de manera diferente” (Puche, Navarro, et al. 2009) a esta capacidad se le llama movilización que hace referencia a la competencia de adaptación a distintos contextos y de descubrimiento. Este camino lo emprende el niño a partir del lenguaje y del intercambio social y lo interesante en esta teoría de Piaget es que no ve al lenguaje como un absoluto sino como una “amplia función simbólica que permite el desarrollo de nuevas conductas. La evocación y la representación de un objeto o de un acontecimiento son las que permiten su inscripción en el tiempo y el espacio. La epistemología distingue cinco conductas esenciales, ordenadas de la más simple a la más compleja”. Esas cinco conductas esenciales son las que le permitieron a Piaget representarse el lenguaje en el ser humano, como se decía anteriormente, no como un todo absoluto sino como una amplia función simbólica[30]. Son entonces las cinco conductas humanas respecto al lenguaje según Piaget:

· La imitación diferida: Interviene cuando el niño pequeño es capaz de reproducir una conducta observada anteriormente en ausencia de una persona observada.(relación directa con las competencias del lenguaje en la primera infancia)

· El juego simbólico: Cuando se dan cuenta de que el gesto puede producir una situación fingida, fuera del contexto. Por ejemplo el niño se hace el dormido.

· El dibujo: El niño considera el dibujo como intermediario entre el juego simbólico y la imagen mental.

· La imagen mental: (La imagen acústica según Saussure) Es la imitación interiorizada que permite la construcción del esquema del objeto permanente. Al principio del nivel sensomotor una pelota que desaparece de la vista del niño no es buscada en el lugar en que se supone que se encuentra. El objeto no existe fuera de la acción motriz que se ejerce directamente sobre él.

· La evocación verbal: La expresa el lenguaje, el niño empieza a hablar. El lenguaje le permite expresar entre otras cosas, los objetos, las personas ausentes o los acontecimientos pasados.

Cabe la aclaración de la formación constructivista de Jean Piaget y de Vigotsky, dos pedagogos muy cercanos a la rama cognitiva de la educación, y como estamos centrados en el área del lenguaje, hablaremos entonces de una lingüística cognitiva. Como teorizadores de este tipo de lingüística tenemos a Chomsky (2004) por el lado de la escuela de la gramática generativa, él fue también quien introdujo el término “competencia” en el campo de la lengua, para este lingüista norteamericano, la competencia es “el conocimiento de una lengua, lo que el hablante de una lengua sabe implícitamente. La competencia hablante oyente puede ser expresada, idealmente, por un sistema de reglas que relacionan representaciones fónicas con sus interpretaciones semánticas” Es decir que la competencia es el desenvolvimiento que el individuo tenga a nivel social por medio de su capacidad de habla. En este punto se le puede agregar a Chomsky un postulado de la nueva lingüística cognitiva con respecto a esta naturaleza del lenguaje en el ser humano que él llama competencia. El lenguaje y el habla no son una facultad autónoma, no se sostienen por ellas mismas, sino que deben apelar a otros sistemas de habilidades cognitivas para poder darse en un contexto, los gestos para el habla y las marcas linotípicas para el lenguaje, las estructuras lingüísticas se conciben entonces como un acto del conocimiento y otro del pensamiento, donde el conocimiento son concepciones que se crean por medio de la actividad personal, es decir, las sensaciones y las actividades motoras que constituyen la experiencia, y el pensamiento es la capacidad de racionalizar estas ideas con el fin de generar otras, de generar lógica. Sabemos que el hombre no es del todo empirismo o del todo racionalismo; en las experiencias padecemos también procesos de razonamiento, antes o después de sufrirla, las actividades cognitivas son tan inherentes al ser humano que nunca se dejan de producir, es por esto que en la semiótica se toma al lenguaje como un ente con una propiedad de “linealidad” que es en efecto ese no cesar de pensar, el hecho de que nunca dejamos de producir o evocar ideas, signos que nos remiten a otras ideas y así de una manera infinita. A este respecto también se ha pronunciado Chomsky quien dice que somos generadores de cadenas gramaticales infinitas, que tenemos un alfabeto y que este es finito, pero que tratar de estudiar todos los diferentes tipos de oraciones que produce un hablante sería absurdo, y más que eso imposible porque en efecto jamás se terminaría esta tarea. Y tampoco se podría ser del todo racionalista ya que toda concepción lógica o cualquier analogía de ideas que hagamos está permeada por nuestros prejuicios, que hacen parte de nuestra experiencia.

Retomando el punto del que se partió, el hecho de que el lenguaje se manifiesta de muchas formas distintas, es cierto y podemos encasillarlo en una especie de “interrelación semántica y pragmática” (Cuenca, Joseph María. 1999) en la cual se puede establecer una especie de límite entre estas categorías, tomando la semántica como lo connotativo y la pragmática como lo denotativo, pero siempre con ciertas dificultades. El componente semántico es en cierta forma también objetivo, es lo que el lenguaje nos muestra en sí con lo que dice, con el significado del diccionario, como en los textos de ciencia o de matemática; y la pragmática es lo que está más allá de esa construcción o esa palabra, es el lenguaje que depende del contexto en el que se comunica, son las palabras más el agregado especial que el hablante le da y que supera el significado de la palabra, un ejemplo podían ser las metáforas, las cuales, según la lingüística cognitiva, usamos a diario sin percatarnos y que asumen el mayor papel en las producciones literarias siendo estas últimas metáforas más elaboradas que las del lenguaje cotidiano.

Poco a poco se han ido comentando ciertos interrogantes del área del lenguaje por medio de la base teórica que se tiene de Lingüistas, de pedagogos e incluso de psicólogos, se entiende que el lenguaje es un campo de gran extensión epistemológica y práctica y que por consiguiente se puede trabajar desde varios puntos de vista con el fin de aportar bases científicas a la labor del maestro en la formación de competencias del lenguaje.

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[1] ADAM, Jean-Michel. LORDA, Ubaldina. El tiempo. En: Lingüística de los textos narrativos. Barcelona, España. Editorial Ariel S.A. 1999. p. 139.

[2] Ibid, p. 113.

[3] GREIMAS, Algirdas Julien. La semiótica del texto. Barcelona. Paidos Comunicación. 1983.

[4] MITCHEL, David. Introducción a la lógica. Barcelona, Editorial Labor S.A. 1968.

[5] En este ejemplo se ve qué tan fácil es que un tema “crimen” se convierta en rema “criminales”. En la primera oración “aquello de lo que se habla” y en la segunda es “lo que se dice de”, en efecto su categoría gramatical cambia también, pasa de ser sustantivo a ser adjetivo.

[6] SIMONE, Raffaele. Fundamentos de lingüística. Barcelona, Editorial Ariel S.A. 2001.

[7] CONTI, luz. GREGORIS L., Rosario. MACÍA M., Luis. RODRIGUEZ, Eugenia. Esquilo, Sófocles y Eurípides. Obras completas. España. Cátedra. p. 191.

[8] GIL, Gómez. Literatura hispanoamericana. Antología crítica. Tomo I: Desde las culturas indias hasta finales del romanticismo. United States of América. Holt, Rinehart and Wiston, Inc. 1972.

[9] LOZANO, Jorge. MARTÍN P. Cristina. CURTO, A. Análisis del discurso: Hacia una semiótica de la interacción textual. España. Ediciones Cátedra S.A. 1997.

[10] Ibid, p. 23.

[11] Ibid, p. 25.

[12] GIL. Op. cit.

[13] Este acontecimiento ocurre dentro de la mente del personaje, por lo tanto, es un recuerdo que no acontece en la atmósfera, sin embargo, hace parte de una regresión en el tiempo dentro del personaje, es por esto que se usa la línea punteada; de esta manera se distingue lo que sucede como hecho dentro de la atmósfera y lo que ocurre dentro del personaje.

[14] El cuadro es una reproducción del modelo usado por Jean-Michel Adam y Clara-Ubaldina Lorda en su libro “Lingüística de los textos narrativos”. En el cuento se encontrarán de azul las coordenadas de esta gráfica.

[15] CABROL, Claude. Los actantes, los actores y las figuras. En: Semiótica narrativa y textual. Larousse. París. 1978. Las isotopías serán explicadas en en trascurso de las secuencias.

[16] Un sustituto sintagmático nominal, adjetival.

[17]Sirve como referencia temporal que significa: “alrededor” o “cerca de”.

[18] Elemento connotativo que hace referencia a la vejez, al un punto en que la vida solo va en declive.

[19]GREIMAS, Algirdas Julien. Sémantique structurale. Librairie Larousse. Paris. 1966. p .20.

[20]El signo de«+» significa presencia del sema “x” dentro del lexema “y” y el signo «-» significa deficiencia o ausencia.

[21]Se forman cuando dos o más frases u oraciones se ligan entre sí por medio de comas, de punto y coma o de punto, respectivamente.

[22]Aristóteles. 1999. Retórica. Madrid. Editorial Gredos, S.A.

[23] Virtualización entre el objeto y el sujeto manteniéndolo como una posibilidad de relación.

[24] El sujeto permite estar en conocimiento o en obtención de algo y a considerarlo como existente.

[25] Es un sintagma elemental de la sintaxis narrativa de superficie, constituido de un enunciado de hacer que rige a un enunciado de estado. El programa narrativo debe ser interpretado como un cambio de estado, efectuado por un sujeto cualquiera S1 cualquiera, que afecta a un sujeto S2 cualquiera: a partir del enunciado de estado del PN, considerado como consecuencia, se puede, en el nivel discursivo, reconstituir figuras tales como la prueba, el don, etc.

[26] Suprime elementos de la frase que se agilitan y le dan más poder sugestivo al relato.

[27] SEGÚN LA VOZ DEL NARRADOR OMNICIENTE

[28] El sujeto en proceso. p. 22.

[29] BAUDRILLARD, Jean. La ilusión y la desilusión estéticas. Monte Ávila Editores. Caracas.1997. p. 24.

[30] Esta capacidad simbólica es la competencia que el niño va adquiriendo para distinguir el significado del significante, de una forma inconsciente. El niño comienza a entender que esto, puede representar esto otro. Esto es la función del signo: todo aquello de carácter visual o auditivo que representa o evoca otra cosa, distinto de sí mismo que representa un sujeto o cosa; algo que tenga significado y que en efecto esté en lugar de otra cosa.

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