viernes, 5 de abril de 2013

                                GERSON ZAMBRANO GÓMEZ
UIS, Linguística I, segundo semestre 2012

El español, así como la mayoría de las lenguas que se hablan alrededor del mundo, a lo largo de la historia ha sufrido cambios en su pronunciación, escritura, etc.; estos se deben al contacto de los hablantes con lenguas extranjeras, así como a la evolución propia de una lengua que es enseñada y se desarrolla simultáneamente en diferentes lugares geográficos. Y de este fenómeno evolutivo somos testigos, sin ir más lejos, en el departamento de Santander; dicha situación nos permite vislumbrar el objetivo de este proyecto que es analizar el habla de una persona nacida en la primera mitad del siglo XX en el sur de este departamento. El análisis nos permitirá evidenciar los fenómenos de la lengua estudiados en clase, lo cual nos ayudará a entender un poco más nuestro idioma y a sentir como propio este proceso evolutivo del cual tenemos nuestro dialecto santandereano.
El señor Jaime Núñez Arenas, natural de la ciudad del Socorro, Santander (aunque ha vivido la mayor parte de su vida en San Gil); de 74 años de edad, estudió hasta noveno (9°) de bachillerato, zapatero de profesión hasta su retiro del oficio hace 10 años, tiempo desde el cual tiene una tienda, es casado desde hace 48 años unión de la cual nacieron 3 hijos y de los cuales uno aún vive con él y su esposa.
El día 11 de Febrero del presente año, en la vecina ciudad de San Gil en la residencia del señor Núñez accedió a realizar la grabación, muestra tomada por Julio Zambrano, en la cual dio su opinión acerca de las diferencias de la juventud en sus tiempos y en la actualidad; de estas opiniones se extrajeron las 10 frases más representativas en las cuales se pueden apreciar los fenómenos de la lengua vistos durante el semestre y que se relacionan a continuación:
1.    La juventu mía la pasé entre Socorro y San Gil, toa la vida o lo he pasao.
2.    La juventu antigua era muy bonita porquera muy respituosa, había mucho… muchos valores.
3.    Se han perdío toos los valores. Toos!
4.    Tiempo de tar puai… no había tanta sinvergüencería.
5.    Ahora es pa’l interné, puallá pa’ las maquinitas y era muy mmm. Mucho…
6.    ¿No le tocaba a uno? Jijuemichica… y se iba uno jijuemichica…
7.    Y usté se puede ir pa’ la cárcel porque, por ponerlos a trabajar.
8.    Y no se atrofió porque porque le tocó trabajar, yo trabajé toa la vida.
9.    Cuando ejo le tocaba uno… y to eja cuejtión.
10.  Too tocaba envásalo, no venía nada preparao.
·         En la primera frase se observan: primero, una apócope en la palabra juventud, segundo, se presentan dos casos de síncopa; uno en la palabra toa (toda) y otro en pasao (pasado).
·         En la segunda frase, tenemos nuevamente la palabra juventú, vemos también una coalescencia en la cual se funden “porque” y “era” que dan como resultado un “porquera” luego tenemos una sustitución de fonema en la palabra “respituosa” (respetuosa) y finalmente una repetición “mucho” y “muchos”.
·         En la tercera oración se observan nuevamente casos de síncopa en la palabra perdío (perdido) y toos (todos) que se repite con el propósito de enfatizar lo que se dice.
·         En la frase número cuatro vemos primeramente un fenómeno de aféresis en el que el verbo “estar” queda simplificado a “tar” y luego tenemos un fenómeno muy particular de coalescencia en el que las palabras “por ahí” se cambian por un triptongo “puai”.
·         La quinta frase nos presenta en primer lugar una coalescencia en la que la expresión “para él” se convierten en “pa’l”, luego vemos un caso de apócope en “interné” (internet), seguidamente las palabras “por allá para” se funden en un característico “puallá pa’” para finalmente terminar la oración con un “mmm” que separa a “muy” y “mucho” a manera de autocorrección.
·         En la sexta frase hay una expresión bastante coloquial y propia de la región, en la cual las palabras “hijo de su madre” sufren una coalescencia, un fenómeno de prótesis debido a que la palabra empieza con sonido vocálico y un eufemismo al final, ya que sustituye la palabra “madre” por “chica”.
·         La séptima frase contiene fenómenos de supresión en usté (usted), pa’ (para), ponelos (ponerlos).
·         La frase número ocho nos permite ver nuevamente un fenómeno de síncopa en “toa” (toda) y uno de repetición (porque porque) con el que el hablante trata de retomar la idea que tenía en mente.
·         La novena frase está marcada por fenómenos de sustitución de fonema, cambiando el sonido de la “s” por el de la “j” (x), además de un fenómeno de alargamiento en “to:” (toda).
·         La decima frase presenta 3 fenomenos de síncopa en “too” (todo), “envasalo” (envasarlo) y “preparao” (preparado).
En síntesis, el hablante solo presentó un fenómeno de adición: jijuemichica. En cuanto a los fenómenos de supresión, encontramos ejemplos de aféresis (porquera), síncopa (toa, pasao, perdío, toos, puai, pa’l,  ponelos, too, envasalo y preparao) y apócope (juventú, interné, pa’ y usté).
Una particularidad encontrada en estos fenómenos es que todas las supresiones se dan después de una sílaba acentuada, es decir, el hablante realiza la mayor fuerza en la vocal acentuada y elimina completamente el sonido consonante del medio de la palabra o del final. La ausencia de fenómenos de adición nos permite inferir que el hablante habla de una manera relajada y esto lo podemos corroborar con las coalescencias. Los alargamientos y repeticiones son realizados para enfatizar o para retomar la idea inconclusa.
Este registro lo podemos tipificar como medio, tiene varios términos coloquiales, no los usa en todo momento y tampoco es elaborado ya que el no trata de cambiar su forma de hablar sino que charla de una manera relajada aunque deje aflorar un poco sus sentimientos en un par de frases.
El hablante es una persona, que por su trabajo, interactúa con personas de manera oral a lo largo del día, todos los días. Si quisiera mejorar su registro, debería tratar de vocalizar mejor las palabras, sobre todo aquellas que terminan en sílaba trabada. Cabe resaltar que en el entorno social en que vive el hablante las personas generalmente solo leen periódicos de baja calidad escrita como el Q’hubo lo que ocasiona que su vocabulario sea cada vez más popular en detracción de los términos precisos con que cuenta el español.

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